El Papa Francisco recibió ayer, en el Vaticano, al titular de la SEDRONAR, Juan Carlos Molina, acompañado por una veintena de jóvenes, algunos de los cuales han transitado situaciones de consumo problemático, madres en lucha contra el paco, sacerdotes y pastores evangélicos.
La reunión, realizada en la Santa Sede, es parte de una serie de encuentros pactados entre Molina y el Papa Francisco, quienes se encuentran trabajando en conjunto sobre fenómenos relacionados con la violencia institucional, la prevención y la asistencia de las adicciones.
“El Papa es un amplificador importante de la voz de los que no son escuchados, y estamos trabajando un mismo mensaje, en torno al otro, al vulnerable y a la no estigmatización”, aseguró Molina y agregó: “Fue un encuentro muy emotivo, cargado de abrazos, lagrimas e historias impactantes. Entre un mate y otro, el Papa escuchó, respondió y consoló a nuestro grupo”.
“Lo sé, lo sé”, contestó Francisco cuando varios integrantes del grupo que acompañó a Molina le dijeron que a los chicos se los estigmatiza, “y sobre todo si son pobres”. Molina expresó que “atrás de cada uno de los que vinieron al Vaticano, estaban los barrios, los comedores, las canchitas, los presos, las familias. Lo llenaron de cartas y regalos”.
“No bajen los brazos, trabajen por el otro, con misericordia y con bondad. Fuerza, los bendigo. Saludos a Cristina y recen por mí”, concluyó el Papa Francisco.
Wally le dijo al Papa: "Nací pibe chorro. Estuve preso 9 años. Estudié en la cárcel. Doy clases en una escuela del barrio y en la Universidad".
Isabel: "Soy mamá que pelea por la vida en contra del paco. A mi hijo lo mato un transa. No tengo miedo".
Coco: "Trabajo en medio de los Tobas con problemas de consumo. Mi hijita reza por vos siempre"
José: "El deporte y mi familia me salvaron. 15 años consumí. Hoy enseño rugby en barrios jodidos".
"Soy Lalo, antes vivía fisurado, ahora milito para que no haya ni un pibe menos".
Fotos: @juanKa_molina
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