Se respira Mundial.
Mucho celeste y blanco en la calle.
Todos caminamos con el puño apretado; vamos rápido; nos cruzamos y nos miramos como para decirnos Vamos carajo!, pero no, los nervios pueden más…
La panadería tiene una cola como nunca, pero nadie pregunta si regalan algo… nadie se queja… Todos sabemos porque es.
En la espera, dos chicos hacen flexiones, como si estuvieran por entrar a la cancha.
Hoy empieza el mundial para nosotros.
Hoy Diego está otra vez en un mundial.
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