Dos jóvenes muertas y una veintena de heridos son la triste consecuencia del desprendimiento del entrepiso del local bailable Beara. El segundo derrumbe en poco más de un mes sacude a la sociedad y al oficialismo porteño, mientras el fantasma de los boliches, los jóvenes y las tragedias asoma por la ventana. “El oficialismo se presentó como un gobierno de gerentes que venía a superar y cambiar la gestión de Ibarra. No sólo no cambió nada sino que recayó en lo peor de la administración pública” sostuvo Víctor Santa María, referente del peronismo porteño.
"La Ciudad no se gobierna con un power point y un tablero de control. Los problemas se solucionan estando al frente de la gestión”, analizó Santa María, en relación con el modo de gobierno del oficialismo. Además, agregó: “Esto tiene relación directa con el desprecio de Macri hacia la política. Siendo ingeniero, su rol en el gobierno parece más el de un gestor inmobiliario. En lugar de transformar la Ciudad, hace su negocio”.
El jefe de gabinete porteño, Rodríquez Larreta, declaró que el derrumbe fue a causa de un “exceso de gente”. La incongruencia de la versión oficial radica en el hecho de que realizados todos los controles, la capacidad del local ni siquiera figura en el sitio oficial “Salí seguro”. Ante esta situación, Santa María dijo que “como padres, el temor es que cuando nuestros hijos salen no pueden estar preguntando si un lugar está habilitado. Lo normal debería ser que estuviera todo fiscalizado y en regla. Caso contrario, los locales inseguros deberían estar clausurados.”
“La falta control y la ausencia del Estado se evidencian en estos casos. La responsabilidad de Macri es q no hizo nada para cambiarlo. Se desdibujó la expectativa que tenía la sociedad, de que este era un gobierno que lo venía a cambiar todo desde el lugar de la no política”, sostuvo Santa María.
La ausencia de Macri, no pasa desapercibida: “El Jefe de Gobierno está en un viaje que se asemeja más a una luna de miel que a una gestión oficial. Hubiera sido más inteligente blanquear la situación y pedir una licencia, en de informar un encentro político de de dudosa comprobación”, analizó el dirigente peronista.
“El descontrol de la Ciudad de buenos aires es evidente. La paradoja más grande es que el derrumbe del boliche se produce el mismo día en el que están tratando la asignación de un subsidio a las víctimas de Cromagnon”, finalzó Santa María.
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