La Casa de Moneda emitió un comunicado respondiendo a las mal intencionadas publicaciones que se refirieron despectivamente al nuevo billete de $100 con la figura de Eva Perón.
El texto emitido por Casa de Moneda denuncia que “se han utilizado mentiras, falseando y deformando datos técnicos, con el único fin de continuar agraviando a la figura de Eva Perón”.
Casa de Moneda sostiene que los diarios La Nación y Clarín hablan de “una pequeña falla que impide que sean leídos por las terminales automáticas de los bancos”, sin detallar cual seria esta supuesto falla.
Luego, en otro párrafo de la nota, se dice que “tendrían, en principio, un problema de tamaño”, sin identificar esta supuesta falla como el causante de los inconvenientes para que los billetes sean expedidos por los cajeros automáticos que utilizan las entidades bancarias.
Al respecto, Casa de Moneda informar a la población que “los nuevos billetes de cien pesos tienen exactamente las mismas dimensiones de la actual familia de curso legal (65 mm por 155 mm). Esto se debe a que los dispositivos programados de fabricación corte y terminación de billetes utilizaron exactamente la misma parametrización, tanto para los que los que llevan el retrato de Eva como para los corrientes”, y agregan que “la composición del papel es exactamente igual a los pesos argentinos, habiendo sido utilizada la misma solución de fibras de algodón que la provista para la denominación $100 con la figura de Roca”.
El billete de $100 con la figura de Eva Perón, fue presentado el miércoles por la Presidenta de la Nación, y la única distinción de papel respecto de los otros billetes utilizados no está en el sustrato utilizado, sino en el hilo de seguridad que está inserto en el mismo. El hilo habitual de la serie de Pesos argentinos tiene ya más de 20 años y es de 1,4mm; contra el de última generación -con propiedades bi fluorescentes – de 5 mm de ancho implementado en el nuevo billete de cien pesos.
El organismo encargado de imprimir los billetes de curso legal explica que “los cajeros electrónicos en general administran y controlan el efectivo con un módulo lógico y un sistema físico. El primero es aquel que controla el numerario en función del valor de carga informado al sistema, de modo de poder totalizar valor, mientras que el físico administra cantidades, y como tal solo verifica las sumas de billetes que expende el cajero”.
Después de la clasificación, los diferentes billetes, según lo definido por el administrador del cajero, se colocan en unos cassettes con una identificación particular de acuerdo a la denominación; éstos se colocan en el módulo dispensador del cajero. De esta manera, ante la solicitud del usuario, el software determina qué cantidad de billetes de cada denominación debe extraer para cumplir con el requerimiento y en función de cómo están configurados los cassettes, extrae cada billete.
Por ejemplo, si un usuario solicita $ 220, el sistema verificará si hay un cassette de $ 100; en caso de encontrarlo, tomará 2 billetes, luego buscara de $ 20 o en su defecto de $ 10 y completará la operación o informará cuánto puede dispensar.
Si algún cassette hubiera sido cargado con billetes equivocados, el cliente final recibirá más o menos dinero dependiendo del error cometido por quién cargó el cassette.
Por consiguiente, cualquier billete que tenga las dimensiones y especificaciones técnicas en cuanto al espesor y tipo de papel similar a los actuales, podrá circular sin ningún inconveniente en nuestra red de cajeros automáticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario