La ministra de Seguridad, Nilda Garré, aseguró que "el problema de la seguridad es complejo, más cambiante, permanente y existe en la agenda de la mayoría de los países como uno de los temas más importantes".
La funcionaria remarcó además que "las políticas deben cubrir distintas hipótesis (conflictividad general, prevención, conjuración del delito e investigación)".
"El problema de la seguridad sí es complejo, más cambiante, permanente y existe en la agenda de la mayoría de los países como uno de los temas más importantes", aseguró la ministra.
Asimismo, Garre también sostuvo que "hay muchos problemas que no se asocian con la percepción de inseguridad o las encuestas de victimización, aunque se constituyan en delitos" como "la corrupción, el acoso laboral y la explotación en sistemas de trata".
En una entrevista con el semanario Miradas al Sur, la ministra de Seguridad destacó además que "en la Argentina, el homicidio, el delito más violento y visible, está muy por debajo de otros países latinoamericanos" y que "el asalto a mano armada o el robo de automotor, tiene en nuestro país tasas más bajas en relación con las del continente".
Garre explicó también que "hubo un cierto aumento en la violencia con que se cometen esos delitos a través del tiempo", pero que "últimamente fue decreciendo y creemos haber tenido algún éxito en la ciudad de Buenos Aires, donde tenemos una responsabilidad".
Respecto del balance de lo realizado al frente de la cartera de Seguridad, la ministra recordó, en primer lugar, que cuando asumió "había pocos policías en general (8.500 en comisarías)", y entonces, "tratamos de reubicar a los cerca de 32 mil porque teníamos que poner más presencia en la calle".
Asimismo, Garre remarcó sobre su gestión que "las políticas de seguridad deben cubrir distintas hipótesis: conflictividad general (protestas, marchas), prevención (arrebatos o el descuidismo), conjuración del delito y la investigación".
La ministra además dijo que cuando asumió, en la ciudad "faltaba logística, todo era muy obsoleto" y "había niveles de complicidad muy grande con sectores ligados al delito, omisiones y zonas donde se dejaba operar".
Para cambiar ese escenario, Garre explicó que "se restablecieron ejes vinculados con mapas del delito y con información que nos da la comunidad".
"El eje de la participación comunitaria en políticas de seguridad es innegable en todo el mundo", subrayó.
La ministra también señaló que al llegar a la cartera de Seguridad "no había nada para crear policías de proximidad, agentes de mediación en conflictos interbarriales o familiares, que hoy son una de las fábricas de muchos homicidios".
Por tal motivo, explicó que "creamos en las escuelas de oficiales y suboficiales la especialización de prevención barrial, que estaba totalmente ausente, y que es necesaria para entrar en zonas vulnerables, zonas de villa".
"Antes o entraban pateando las puertas o no entraban. Era importante que la policía entre", destacó la funcionaria sobre cómo cambió la tradición policial en las villas porteñas.
Asimismo, Garré manifestó sobre el Operativo Cordón Sur, lanzado hace un año en Capital con el despliegue de 2.500 gendarmes y prefectos: "estamos muy orgullosos de ese operativo porque ha bajado notablemente la tasa del delito en toda esa zona".
Finalmente, la ministra señaló sobre este operativo que "ahora estamos viendo cómo encarar ciertos cursos de preparación específicos para el tipo de problemáticas que suelen presentarse en villas como la 1-11-14".
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