En su primera semana de estreno, el documental del ex presidente tuvo amplia respuesta y repercusión en la gente, y se ubicó tercera en cantidad de espectadores detrás de las ficciones internacionales Crepúsculo y El Origen de los Guardianes.
En su primera semana de estreno, el documental del ex presidente tuvo amplia respuesta y repercusión en la gente, y se ubicó tercera en cantidad de espectadores detrás de las ficciones internacionales Crepúsculo y El Origen de los Guardianes.
El film documental Néstor Kirchner, de la realizadora Paula de Luque, fue visto durante el fin de semana de su estreno por 70.966 espectadores en las 83 salas en las que se exhibe en todo el país.
Estos números ubicaron el film en el tercer lugar de la taquilla semanal, detrás de los films Crepúsculo: Amanecer - parte 2 y El Origen de los Guardianes, ambos de proyección internacional.
La cantidad de espectadores representa una muy buena performance para una película nacional, sobre todo si se tiene en cuenta que se trata de un documental, género que suele registrar una menor concurrencia que los films de ficción.
Los productores de la película, Fernando Chino Navarro y Jorge Topo Devoto, se mostraron satisfechos por los resultados obtenidos durante el primer fin de semana.
Navarro aseguró que la presencia masiva de espectadores en las salas de todo el país “confirma un sentimiento compartido por gran parte del pueblo argentino, un pueblo que extraña todos los días a Néstor Kirchner y que siente que la película es una forma de volver a encontrarse con él”.
Néstor Kirchner, la película es una experiencia que excede el relato documental y construye, a partir de una narrativa poética, íntima y sensible, la epopeya política del hombre que condujo la transformación social más importante del país en el último medio siglo.
La película se despliega en el inédito testimonio de sus familiares, en el emotivo relato de aquellos que sintieron que su vida tenía otra oportunidad, en el devenir y la tensión de los acontecimientos sociales y políticos que ya han marcado a fuego nuestra primer década del siglo XXI, en los interminables caminos del sur de la patria y en las multitudes militantes de las que Néstor fue protagonista.
Cobijada en la música de Gustavo Santaolalla, rodeada por la inmensidad de los cielos patagónicos y por el aliento cercano de las barriadas populares, la figura de Néstor surge como un catalizador de época, y como el centro de una aventura humana y política que todavía está desarrollándose.
Fuente: DiarioShow
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