El macrismo perdió la batalla política en la calle. Los legisladores de Cambiemos no aguantaron la presión en el recinto. Patricia Bullrich militarizó el Honorable Congreso de la Nación con carros hidrantes y Gendarmería disparó balas de goma y gases a mansalva contra manifestantes, periodistas y quien se le cruzara por delante, incluidos diputados nacionales. Emilio Mozó y Nicolás Massot no pudieron defender en el recinto lo que sostuvieron en el plenario de comisiones, donde se dictaminó el proyecto en tiempo récord y sin participación de organizaciones de jubilados o de la sociedad civil.
El tratamiento de la reforma previsional terminó fracasando de afuera hacia adentro. El Gobierno nacional perdió la batalla en la calle más que en el recinto. La ministra de Seguridad sigue por ahora sostenida en el gabinete. Ni Santiago Maldonado o Rafael Nahuel la mueven de su silla. Ayer la violencia dejó el sur del país y se instaló en el Congreso, a metros del despacho presidencial. Hasta Carrió le imploró ayer prudencia a Patricia Bullrich: "No eran necesarios tantos gendarmes. La ministra de Seguridad tiene que parar".
Fuente: Ambito - Fotos: CarlosBrigo
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