Se fue enero y los números de la temporada fueron sencillamente malos. Si bien varios intendentes hicieron hasta lo imposible para cerrar acuerdos que no espanten a los turistas y depositaron sus máximas expectativas en la segunda quincena, los resultados dejaron sinsabores hacia dentro de los diferentes distritos costeros y replicaron un mal verano para los rubros que viven del turismo.
Ninguno ganó. Pinamar, por ejemplo, tuvo una merma notable de gente.
“Gente va a haber en Pinamar, vamos a tener porcentajes de ocupación altos; la primera quincena de enero tendrá un 75% de reserva hotelera, y esperamos una segunda quincena con 85% y 90% de ocupación”, había señalado el intendente pinamarense, Martín Yeza, días antes de que comenzara enero. Sin embargo, la afirmación del acalde de Cambiemos fue sólo un anhelo.
En efecto, salvo raras excepciones, el promedio de ocupación estuvo por debajo de esos parámetros. Incluso hubo una particularidad: los alquileres de casas y departamentos perdieron por goleada frente a los hoteles. “Es la peor temporada en los últimos diez años”, aseguraron desde Consultores Inmobiliarios. “Estamos trabajando con los mismos precios del año pasado y no tenemos clientes”, agregaron.
Desde un hotel cuya categoría alcanza a una estrella presentaron un panorama similar a las inmobiliarias. “A la inflación no la pudimos cubrir, porque nos estamos manejando con los mismos precios del año pasado y, sin embargo, no tuvimos gente”, dijeron en el paraje San Remo.
Fuente: LaTecla
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