En las colonias de vacaciones gestionadas por el gobierno porteño faltan botiquines y materiales de higiene, y las raciones de comida son insuficientes. En el polideportivo de San Cristóbal se detectó agua “demasiado turbia”.
En las colonias de verano gestionadas por el Ministerio de Educación y la Subsecretaría de Deportes del gobierno de Mauricio Macri, que prestan servicios de atención y recreación a 30 mil chicos durante las vacaciones, tienen problemas de seguridad, higiene y alimentos.
Las principales falencias son la ausencia de botiquines de primeros auxilios, la escasez de materiales de limpieza e higiene, la insuficiencia de raciones de comida para los chicos, la carencia de personal de seguridad y de limpieza, y la falta de control en la piletas de natación utilizadas en algunos de los parques.
En la Escuela Primaria Nº 15 Provincia de Salta, de Saraza 1353, un sector de la cocina sufrió una explosión. A partir de este hecho, las paredes quedaron electrificadas y por tal motivo tuvieron que mover el sector comedor.
En la Escuela Primaria Ponciano Vivanco (Oliden 2851), donde concurren 166 niños, no se recibió el botiquín de primeros auxilios y se usan los elementos provistos por los profesores. Además, no se encontró matafuegos a la vista y se ven cables eléctricos sueltos y en mal estado dentro de las aulas. Los baños están rotos y sin agua.
En tanto, respecto de la Escuela Primaria Nº 12 (Montesquieu s/n), no hay presión suficiente en las canillas del establecimiento para suministrarle agua a los chicos que concurren a la colonia.
La Escuela Nº 4 Provincia de La Pampa (Caracas 1249) posee los baños clausurados. Allí también tienen problemas con los elementos básicos de limpieza y con la falta de botiquín de primeros auxilios.
En el Parque Martín Fierro (Oruro 1310), no se encontró el “libro de agua”, que determina la calidad del agua de los natatorios. Se observó “el agua demasiado turbia y los baños en un estado deplorable.
Por último, en el Parque Chacabuco, al estar el parque en plena refacción, es muy difícil la convivencia entre más de 1500 chicos, entre ellos 150 con discapacidad.
La defensora adjunta del Pueblo de la Ciudad, Graciela Muñiz, confirmó esta situación y reclamó “una inmediata solución a cada uno de los inconvenientes que detectamos, porque está en juego la salud y el bienestar de 30 mil niños y sus familias”.
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