Un avión de la empresa LAN (vuelo número 4422) que recibió una amenaza de bomba, previo a que despegue a las 23:01 del domingo 23 de Enero con destino a Río Gallegos, estuvo en vuelo por casi tres horas sin que su piloto ni los 160 pasajeros a bordo fueran informados del hecho, informaron a Online-911 fuentes judiciales
El escándalo es investigado por el juez federal Norberto Oyarbide que quiere saber por qué el personal jerárquico de la compañía y controladores aéreos de la torre de Ezeiza "incumplieron" con las reiteradas órdenes de hacer aterrizar el avión y que se inspeccionado.
Así lo informaron fuentes de la investigación a este portal las cuales dieron cuenta que a las 22:53 del domingo 23 de Enero personal de Aeropuertos Argentina 2000 recibió un llamado anónimo en el que daban cuenta de la existencia de una bomba en un vuelo de LAN respecto del cual no se dio precisiones.
Luego de concluir que el único vuelo de LAN a partir en lo que restaba del día era el que salía a Río Gallegos la empresa fue informada a las 22:55 de la amenaza. Pese a ello, el vuelo despegó a las 23:01.
Al ser informado el juzgado da indicaciones a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) para que se dé aviso a LAN, y que ellos informen al piloto para que descienda y pueda registrarse el avión. Desde LAN –según las fuentes- se negaron a dar aviso inmediato al piloto, y luego argumentaron que el mismo estaba fuera del área de cobertura. Incluso, personal de PSA –por instrucción del juzgado- pidió a la Torre de Control de Ezeiza que de aviso al piloto.
“Nosotros no tenemos que comunicar nada, esto es un problema entre LAN y la PSA”, fue la respuesta que dieron controladores aéreos de Ezeiza, quienes a su vez se negaron a identificarse, y en cambio retrucaron: “yo no mando al frente a nadie, si necesitas el nombre averigualo vos” fue la respuesta que le dieron a personal policial.
Luego de reiterados pedidos de avisos desde el juzgado, desde LAN se da aviso recién a las 0:20 al piloto, mediante el sistema conocido como ACARS (correo electrónico), y el vuelo termina aterrizando a la 1:47 de la madrugada en Comodoro Rivadavia. Una vez allí, el vuelo fue registrado por personal especializado el cual comprobó que la amenaza no era cierta.
Fuentes de la investigación adelantaron que ahora el juez Oyarbide no sólo intentará determinar el origen de la amenaza, la cual provino desde un teléfono de Mar del Plata, sino también que se intentará deslindar responsabilidades de la gente de LAN y los controladores aéreos que intervinieron, quienes omitieron actuar rápidamente.
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