En ese marco, la presidenta inauguró una sede de Aerolíneas Argentinas y un jardín de infantes en El Calafate (Santa Cruz).
"Estamos muy orgullosos que la línea de bandera vuelva a abrir sus oficinas en El Calafate y en los principales destinos turísticos Aerolíneas vuelve a estar presente", aseguró Cristina.
La mandataria aseguró además que la empresa "ha batido récord de cumplimiento y esto se lo agradezco a los empleados en nombre de los cuarenta millones de argentinos".
Al iniciar su discurso y ante los cánticos que recordaban a Néstor Kirchner, Cristina dijo que "si hay un lugar donde él ésta es aquí, que era su lugar".
"Hoy tenemos una de las villas turísticas más hermosas del país, con 7.800 camas. Cuando Néstor asumió como gobernador, en 1991, no llegábamos a las 700 camas", señaló.
Luego apuntó: "a Néstor nunca le tocó nada fácil, ni siquiera yo, que era bastante difícil. Recibió una intendencia (de Río Gallegos) quebrada. Y pese a eso hizo la gestión más importante que se recuerde en la Municipalidad. Fue tres veces gobernador de esta provincia, a la que la recibió en condiciones terribles, y la puso en el mapa de la República Argentina, como logró luego colocar a la Argentina en el mapa del mundo. Era un hombre al que lo fácil lo aburría, que se desafiaba a sí mismo", dijo.
Sostuvo que hablar sobre Kirchner es un poco "hablar sobre la historia de los argentinos". Y afirmó que febrero es un mes particularmente difícil para ella, ya que no sólo es su cumpleaños, sino también el Kirchner y el de su hijo Máximo, que es mañana. Por eso, anunció que viajará a Río Gallegos para pasar el día junto a él y a su hija, Florencia.
"Tengo fuerza y, si Dios me ayuda, vamos a seguir adelante, como ya me ha ayudado. Siempre hay que dar las gracias y seguirle pidiendo que nos dé fuerzas y fe", aseveró.
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