"Hay que definir lo que es una negociación y lo que es una extorsión", advirtió Cristina Kirchner por cadena nacional. "Es imposible que un país destine el 50% de sus reservas en un solo pago a acreedores", afirmó.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner habló esta noche por la Cadena Nacional para reafirmar “al 92 por ciento de los acreedores que creyeron en la Argentina, que la Argentina va a cumplir con sus obligaciones, no va a defaultear su deuda reestructurada.
Agregó que “estamos dispuestos, como lo hemos hecho siempre, a que entre el cien por ciento de los acreedores de la Argentina , ese 7 por ciento que falta ingresar, porque la vocación de Argentina es pagar”.
Cristina Kirchner se refirió al fallo adverso de la Corte Suprema de los Estados Unidos en la causa abierta por uno de los fondos buitres, el NML, y que representan al uno por ciento de los acreedores que no entraron en la reestructuración de la deuda.
Advirtió que además de ese uno por ciento, “hay otro 7 por ciento que de aceptarse el criterio de pagar al NML, estarían en condiciones de cobrar ya de la Argentina, ahora, 15 mil millones de dólares”, lo que representa “más de la mitad de la totalidad de las reservas del Banco Central”.
“Como se verá –subrayó- no solamente es algo absurdo, sino que es imposible que un país destine más del 50 por ciento del total de sus reservas monetarias en un solo pago a acreedores, pero además con la posibilidad de que el otro 92 por ciento encuentre a otro juez que les diga” que si aceptaron la quita y alguien que no la aceptó fue beneficiado, entonces “ustedes tienen también derecho a lo mismo”.
Si se diera ese escenario, afirmó, “estaríamos también ante la posibilidad más que cierta que se exigiera que la reestructuración hecha, se cayera como un castillo de naipes, y con él, obviamente, la República Argentina”.
Dijo que el fallo convalidado hoy del juez neoyorkino Thomas Griesa, “es contrario no solo a los intereses de nuestro país, sino también del 92 por ciento de los acreedores que creyeron en la Argentina y reestructuraron su deuda”.
La Presidenta hizo una reseña de la forma en que comenzó a crecer la deuda externa a partir de la última dictadura militar, y de cómo se agravó con procesos económicos subsiguientes, tanto en la década de los 80 como en la de los 90 y finalmente en el default del 2001.
Asimismo, recordó la forma en que desde la administración de Néstor Kirchner y la suya que continuó, se honraron pagos de la deuda con fondos propios y genuinos, surgidos del crecimiento y el desarrollo económico, y sin recurrir a la “bicicleta financiera” que se imponía.
Subrayó que uno de los llamados fondos buitre, el NML, que adquirió en el 2008 bonos por 48 millones de dólares, hoy, si recibieran el pago ordenado por la justicia estadounidense, habrían logrado ganancias del 1608 por ciento.
Insistió en que “la voluntad de negociación de la Argentina está más que demostrada” incluso hasta el reciente acuerdo alcanzado con el Club de París, pero advirtió que “hay que definir lo que es una negociación de lo que es una extorsión”.
“Todo país, todo dirigente tiene que estar dispuesto a negociar, pero lo que no puede hacer es someter a su país,a su pueblo, a una extorsión semejante”, puntualizó.
Consideró que esa “extorsión no la merece ni el país ni los tenedores de bonos a los que se le quieren embargar los bonos que tenemos que pagarle el 30 de junio y que vamos a pagarle”.
Alertó que la causa judicial involucra a “todo el sistema financiero global” y que no se trata “de un problema económico, financiero, jurídico ni legal, sino que es la convalidación de un modelo de negocios a escala global, que si se sigue pronunciando va a producir tragedias inimaginables”.
Dijo que convalidar ese sistema sería hacerlo con “una forma de dominación mundial financiera par arrodillar a los pueblos”.
Ratificó que “queremos cumplir, honrar esta deuda y lo vamos a hacer, pero no queremos ser cómplices de esta forma de hacer negocios”.
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