martes, 13 de julio de 2010

Germán Abdala: ante todo, un tipo coherente y un Compañero.

“Fue dejando pedazos suyos en el afán de transformar la sociedad.

Al final de su vida pesaba sólo treinta y cinco kilos; pero su lúcido cerebro funcionó hasta último momento.

Germán integró la generación de chicos que abrazó el peronismo, allá por los años ‘70.

En épocas de traiciones y zigzagueos, dijo lo que pensaba y vivió en consecuencia.

Germán Abdala es un raro ejemplo de coherencia: siempre contra el mismo enemigo.

Fue elegido diputado nacional por el justicialismo en el año 1989. Ya estaba enfermo: tenía un raro cáncer en la base de la columna vertebral.

Pero antes de asumir se perfilaba su disidencia con el menemismo.

Fue un severo crítico de las privatizaciones en el seno de la Comisión Bicameral de Seguimiento de ese proceso.

Era lo suficientemente maduro como para reconocer la necesidad de un redimensionamiento del oneroso aparato estatal.

Se opuso, con sus últimas fuerzas, a la liquidación del patrimonio al que, reformado, consideraba una herramienta imprescindible del cambio social.

En su silla de ruedas tuvo su día de gloria cuando la Cámara Baja sancionó su Ley de Establecimiento de las Convenciones Colectivas de Trabajo para los Trabajadores Estatales.

Volvió por última vez al Congreso, con sus huesos a cuestas, para oponerse a la privatización de las jubilaciones.

Germán no renegó jamás de su peronismo a flor de piel.

Y Germán fue, ante todo, un tipo coherente y un Compañero.

Cuando lo estaban llevando al cementerio de la Chacarita, un maestro le hizo un poema que dice:

“Guardamos tu presencia,
cara de pibe
botella en el mar
negro azucarado
duro timonel
poema huracanado.
Guardamos tu palabra
y no nos alcanza
porque no te vemos
porque no te oímos
en las flacas marchas
que hoy nos enamoran.
Hacéte media suela, nueva,
con un trozo alegre de tus convicciones
y echáte a andar, tierra adentro,
nuestra
hacia estos rincones donde te esperamos
para empezar de nuevo
el canto más alto que a vos se te ocurra.
Tu silla vacía nos reprocha a todos
y hacemos la vida rellenando ausencias
germaneando el alma
para seguir enteros.
Te andamos guardando
cara de pibe ausente
mientras esperamos que vuelvas
cantando
que hoy nos hacen falta, pero tanta falta
germanes que vuelen
victoreando el cielo
sin dejar, porfiados, de labrar el suelo.
Y aunque no me creas, cara de pibe bueno,
te andamos esperando, Germán,
Compañero.”


(Por Alberto Dearriba de “Los caminos de Germán Abdala” - Escrito por Jorge Giles)


Germán Abdala (1955-1993), nació en Santa Teresita, sindicalista y político argentino, líder del Partido Justicialista y miembro del Grupo de los Ocho. Falleció el 13 de julio de 1993.

2 comentarios:

  1. Mis respetos a un luchador formidale, y a un tipo que amó a su país y su pueblo.

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  2. Para quienes conocimos al "turco" siempre sera un orgullo haber estado cerca de el.

    Coherente, punzante ... bah, "un cuadrazo".

    Con todo el cariño, el respeto y la tristeza de no contarlo para esta lucha.

    abrazos, Daniel 7

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