Hace unos días, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, desplazó a treinta y seis comisarios de los 53 que se desempeñaban como jefes en las distintas seccionales de la Policía Federal, en el marco de una nueva reforma masiva en la fuerza, desde que asumió la funcionaria.
Es que el objetivo del gobierno nacional de formar una policía con conducción civil provocó que muchos integrantes de la Federal fueran separados de sus cargos: la mayoría bajo la sospecha de haber participado en el histórico andamiaje corrupto que alimentaba las cajas negras de la PFA.
Esos policías, ya fueron tentados desde la Policía Metropolitana de Mauricio Macri y podrán ser absorbidos por la estructura que delineó Jorge “Fino” Palacios, antes de ser detenido por la red de espionaje que montó para escuchar a dirigentes opositores y empresarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario