Bajo el título Fait accompli (Hecho consumado), la revista The Economist señala que la victoria de Cristina Fernández superó todas las expectativas: “La Presidenta ahora puede respirar más tranquila. Superó hasta los pronósticos más optimistas, ganando la mitad de los votos y el liderazgo en 23 de las 24 provincias. Sus desgraciados rivales se quedaron para dividir los desechos”.
El semanario británico señaló que las primarias fueron "una encuesta nacional".
Otro aspecto analizado por la publicación es la fragmentación opositora, que el medio proyecta incluso hacia el 23 de octubre señalando que “la división entre los candidatos de la oposición hará más difícil una votación anti-Kirchner que surja de la unión en torno a un desafío único”.
Remarcó que Cristina no sólo aseguró “una victoria ante los ojos de los medios de comunicación y la opinión pública” en el primer lugar, sino también con porcentajes que podrían evitar el ballottage. Según The Economist, la performance consiguió todo, “menos alentar a la oposición”.
También atribuyó a la “abdicación” del ex presidente Fernando de la Rúa en 2001 haber “mancillado la marca del partido radical, que históricamente representaba un gobierno limpio y el respeto a las instituciones democráticas. Eso dejó a los peronistas, sus contendores populistas y políticamente amorfos, virtualmente sin rivales.”

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