La Cámara Baja aprobó el nuevo régimen de contrato de trabajo para el personal de casas particulares, quienes desde ahora gozarán de jornada laboral legal, y vacaciones y aguinaldo pagos, entre otros beneficios. Cuando el tablero electrónico mostraba los 206 votos afirmativos, las trabajadoras de casas particulares que seguían la sesión desde las galerías estallaron en llantos, gritos y abrazos.
Por unanimidad la Cámara de Diputados convirtió en ley, luego de dos años de debate, el nuevo Régimen de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares impulsado por el Poder Ejecutivo. De esta manera, el Parlamento consagró los derechos laborales de 1,2 millones de personas ante la atenta mirada del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien desde el palco central del primer piso del recinto, de pie y con el puño apretado, festejó la sanción de la norma .
Al finalizar la votación, el titular de la cartera laboral señaló que
"la presidenta nos encomendó una tarea que se puede resumir en la
equiparación de derechos. Y con este sector de trabajadoras de casas
particulares fue tan enfática como con todo el resto. Por eso elaboramos
en el Ministerio de Trabajo este proyecto que tuvo un extenso
tratamiento parlamentario, que con modificaciones buscó completarse y
que hoy es una realidad que hemos concebido entre todos los Argentinos".
En la misma línea agregó que "queda claro que esta nueva conquista para
las trabajadoras y trabajadores no es un hecho aislado. Forma parte de
la política laboral que comenzó en 2003 y que tiene en el trabajo y en
los trabajadores sus fundamentos centrales para el crecimiento. Un
crecimiento que solo es posible si tiene un horizonte de igualdad".
Aprobado
Pocos minutos antes de las 20, luego del cierre del debate por parte del
jefe del bloque oficialista, Agustín Rossi, y cuando ya el tablero
electrónico mostraba los 206 votos afirmativos, la veintena de
trabajadoras de casas particulares que seguían la sesión desde las
galerías estallaron en llantos, gritos y abrazos. Mezclado entre las
representantes del sindicato que agrupa a las trabajadoras del sector,
Antonio Caló, titular de la CGT, también aplaudía de pie y cruzaba
miradas de satisfacción con Tomada.
Desde abajo, de pie y al lado de sus bancas, los legisladores del oficialismo giraron para aplaudir a las trabajadoras que, emocionadas, seguían festejando su conquista.
Poco les importaban las noticias que
llegaban desde el Vaticano a las mujeres que portaban carteles como
testimonio de su lucha. "Sin nosotros no se mueve el mundo", sentenciaba
una de las pancartas ubicada a espaladas de las bancadas opositoras.
"Somos trabajadores y queremos nuestros derechos", rezaba otra.
"Migramos para vivir", sentenciaba la última.
El presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara Baja, Héctor Recalde, fue el encargado de defender el proyecto que había sido presentado por la presidenta Cristina Fernández a principios de 2012.
Recalde destacó que con el proyecto se "avanza en los principios de inclusión social y justicia" y que se salda "una deuda republicana de nuestra sociedad".
El legislador y abogado laboralista explicó que la iniciativa propone "derogar ese estatuto semifeudal sancionado por la dictadura militar de Pedro Aramburu", y repitió, tal cual lo había expresado durante el tratamiento en comisión, que "es también una reivindicación de género" ya que más del 95% de las empleadas domésticas son mujeres, por lo que el proyecto responde cabalmente a una defensa de la mujer como tal.
Por su parte, la diputada socialista Alicia Ciciliani destacó la "enorme importancia" de la sanción de esta ley "no sólo para las mujeres sino para visibilizar el trabajo en las casas particulares".
La diputada Graciela Iturraspe, del bloque Unidad Popular, subrayó que "la sanción de esta ley es una cuenta pendiente que teníamos, incluso como país signatario del convenio de la Organización Internacional del Trabajo, que en 2010 pidió a todos los países que sancionen una ley que regule el trabajo de las trabajadoras de casas particulares".
Por otra
parte, Iturraspe señaló de cara a los aportes que puede hacer la ley que
"la informalidad en este sector asciende al 85%", uno de los más
elevados de todas las actividades económicas.
Los principales derechos a los que a partir de la sanción de esta ley acceden las trabajadoras del sector son, entre otros, la jornada de ocho horas, la fijación de un descanso semanal de 35 horas corridas a partir del sábado a las 13. Asimismo, aplica vacaciones con pago de la retribución normal y habitual de 14 a 35 días y crea la posibilidad de una licencia paga por enfermedad de hasta seis meses.
Además, la nueva ley prohíbe la contratación de menores de 16 años y establece que la jornada para las trabajadoras desde esta edad hasta los 18 años no podrá superar las seis horas diarias de labor y 36 horas semanales, las cuales serán diurnas y con retiro.
Fuente: Infonews
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