La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró este mediodía que al cumplirse el próximo domingo 37 años del último golpe militar estaremos ante "otro aniversario que no quisiéramos tener los argentinos" pero que "tenemos la obligación de recordar". "El mejor homenaje es tener una Argentina con mayor inclusión social", señaló.
A los 40 millones de argentinos les digo que la Patria es de todos y que necesitamos que todos puedan tener los mismos derechos", dijo la Jefa de Estado durante un discurso en la localidad bonaerense de Morón, donde dejó inaugurado el centro de investigación para la historia reciente en el predio de la Mansión Seré, centro clandestino de detención durante la dictadura.
A dos días del aniversario del golpe de Estado, Cristina agregó que "el mejor homenaje que se le puede hacer a todos aquellos que no están, o los que están y sufrieron, es seguir logrando una Argentina con mayor inclusión social, mayor trabajo, fábricas abiertas, ciencia y tecnología".
La mandataria dijo que "a ese 24 de marzo no se llegó de repente" y señaló los "índices de ocupación, industrialización y desarrollo social al momento de producirse el golpe".
Cristina sostuvo que "el miedo al conocimiento" fue lo que impulsó a los militares a entrar "a los bastonazos" a una facultad, ese 24 de marzo de 1976.
"Por eso, quiero conmemorar la memoria a partir del conocimiento, de la ciencia y la tecnología. Por eso, es casi una obsesión que tengo lograr que vuelvan aquellos cerebros que se fugaron del país", dijo Cristina.
En otro tramo de su discurso, Cristina llamó "a luchar por más igualdad, por los que menos tienen. Ese es el mandato de los que ya no están. Vamos a continuar en esta tarea de seguir cambiando la Patria".
Dijo también que la recordación del 24 de marzo "no es patrimonio de ningún sector político de la Argentina, porque cuando se atenta contra la democracia, cuando se expulsa a un gobierno votado por el pueblo, aún cuando no se está de acuerdo con sus políticas, cuando se cierra un Parlamento, no se atenta contra un partido o sector político, sino contra la democracia".
Cristina destacó el sentido "vital" que quiere dar a los sitios de la memoria, como el que hoy se inauguró en la Mansión Seré, y dijo que ese lugar "no quiere ser un lugar de recuerdo de la muerte, sino de conmemoración de la vida", y explicó que por ese motivo "la mayor parte del predio está ocupada en actividades vitales como el deporte, la cultura, y la expresión".
La Presidenta recordó que muchos de los que estuvieron presos durante la dictadura eran militantes políticos, en tanto que otros sólo estaban allí por aparecer su nombre en una agenda.
"Otros eran empleados del Estado nacional, que figuraban incluso como cesantes o como que habían abandonado su trabajo, cuando estaban desaparecidos", dijo, y recordó el caso del padre del legislador porteño del Frente para la Victoria Juan Cabandié, empleado desaparecido de Entel, la ex telefónica estatal.
Cristina consideró que esta historia se revierte con "memoria, verdad y justicia", y señaló que por eso se están juzgando a muchos de los responsables de estos delitos de lesa humanidad "en distintos tribunales del país".
La jefa de Estado recordó también a los combatientes de Malvinas, "que defendieron con su vida la Patria".
La mandataria habló del "miedo" y del "egoísmo" como dos objetivos que buscó la dictadura, con la idea de que "no valía la pena ocuparse del otro, porque si te ocupabas del otro, podía pasar algo", y dijo que "sólo los que no tienen miedo pueden ser solidarios".
Acompañando el acto en Castelar, se realizaron dos videoconferencias, una con Berazategui, y otra con Palermo, a través de las cuales la Presidenta inauguró el Paseo de la Memoria primero, y luego una placa en memoria de Alejandro Almeida en lo que fue su lugar de trabajo, el ex Instituto Geográfico Militar, hoy Instituto Geográfico Nacional.
En Berazategui, la ministro de Desarrollo Social Alicia Kirchner dejó inaugurado un recorrido por 250 años de historia argentina, construido por cooperativistas del Plan Argentina Trabaja, que incluye, según dijo el intendente Patricio Mussi, lo que llamó "la década infame de los noventa, por el desempleo y la desindustrialización".
En Palermo, el ministro de Educación Alberto Sileoni descubrió una placa en homenaje a Alejandro Almeida, en compañía de su madre, Tati, que destacó como un logro de estos años tener un "Estado presente".
En Castelar, donde se realizó el acto central con presencia de la Presidenta, el intendente de Morón Lucas Ghi destacó "las políticas de Estado" que permitieron "empezar a visibilizar" los centros de detención en todo el país, y propiciar los juicios a los represores.
La mandataria dijo que "a ese 24 de marzo no se llegó de repente" y señaló los "índices de ocupación, industrialización y desarrollo social al momento de producirse el golpe".
Cristina sostuvo que "el miedo al conocimiento" fue lo que impulsó a los militares a entrar "a los bastonazos" a una facultad, ese 24 de marzo de 1976.
"Por eso, quiero conmemorar la memoria a partir del conocimiento, de la ciencia y la tecnología. Por eso, es casi una obsesión que tengo lograr que vuelvan aquellos cerebros que se fugaron del país", dijo Cristina.
En otro tramo de su discurso, Cristina llamó "a luchar por más igualdad, por los que menos tienen. Ese es el mandato de los que ya no están. Vamos a continuar en esta tarea de seguir cambiando la Patria".
Dijo también que la recordación del 24 de marzo "no es patrimonio de ningún sector político de la Argentina, porque cuando se atenta contra la democracia, cuando se expulsa a un gobierno votado por el pueblo, aún cuando no se está de acuerdo con sus políticas, cuando se cierra un Parlamento, no se atenta contra un partido o sector político, sino contra la democracia".
Cristina destacó el sentido "vital" que quiere dar a los sitios de la memoria, como el que hoy se inauguró en la Mansión Seré, y dijo que ese lugar "no quiere ser un lugar de recuerdo de la muerte, sino de conmemoración de la vida", y explicó que por ese motivo "la mayor parte del predio está ocupada en actividades vitales como el deporte, la cultura, y la expresión".
La Presidenta recordó que muchos de los que estuvieron presos durante la dictadura eran militantes políticos, en tanto que otros sólo estaban allí por aparecer su nombre en una agenda.
"Otros eran empleados del Estado nacional, que figuraban incluso como cesantes o como que habían abandonado su trabajo, cuando estaban desaparecidos", dijo, y recordó el caso del padre del legislador porteño del Frente para la Victoria Juan Cabandié, empleado desaparecido de Entel, la ex telefónica estatal.
Cristina consideró que esta historia se revierte con "memoria, verdad y justicia", y señaló que por eso se están juzgando a muchos de los responsables de estos delitos de lesa humanidad "en distintos tribunales del país".
La jefa de Estado recordó también a los combatientes de Malvinas, "que defendieron con su vida la Patria".
La mandataria habló del "miedo" y del "egoísmo" como dos objetivos que buscó la dictadura, con la idea de que "no valía la pena ocuparse del otro, porque si te ocupabas del otro, podía pasar algo", y dijo que "sólo los que no tienen miedo pueden ser solidarios".
Acompañando el acto en Castelar, se realizaron dos videoconferencias, una con Berazategui, y otra con Palermo, a través de las cuales la Presidenta inauguró el Paseo de la Memoria primero, y luego una placa en memoria de Alejandro Almeida en lo que fue su lugar de trabajo, el ex Instituto Geográfico Militar, hoy Instituto Geográfico Nacional.
En Berazategui, la ministro de Desarrollo Social Alicia Kirchner dejó inaugurado un recorrido por 250 años de historia argentina, construido por cooperativistas del Plan Argentina Trabaja, que incluye, según dijo el intendente Patricio Mussi, lo que llamó "la década infame de los noventa, por el desempleo y la desindustrialización".
En Palermo, el ministro de Educación Alberto Sileoni descubrió una placa en homenaje a Alejandro Almeida, en compañía de su madre, Tati, que destacó como un logro de estos años tener un "Estado presente".
En Castelar, donde se realizó el acto central con presencia de la Presidenta, el intendente de Morón Lucas Ghi destacó "las políticas de Estado" que permitieron "empezar a visibilizar" los centros de detención en todo el país, y propiciar los juicios a los represores.
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