A 40 años del asesinato del padre Carlos Mugica, miles de vecinos de la Villa 31 de Retiro participaron de un homenaje encabezado por el cardenal Mario Poli, quien bendijo placas recordatorias donadas por diferentes intituciones.
Una multitudinaria procesión recorrió este mediodía la Villa 31 de Retiro para homenajear a Mugica, el cura villero, al cumplirse 40 años de su asesinato en manos de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA).
El acto fue encabezado por el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, quien en la parroquia Cristo Obrero de la barriada bendijo las placas conmemorativas donadas por la Cámara de Diputados de las Nación, el Ministerio de Desarrollo Social porteño, Racing Club de Avellaneda y la Vicaría Villera.
Durante la apertura de la ceremonia realizada en la parroquia donde descansan los restos de Mugica, Poli calificó el asesinato de Mugica como "un verdadero martirio por la causa de los pobres" y afirmó que el cura "es un ejemplo de entrega a su pueblo".
El acto fue seguido por más de 2000 personas que, una vez realizadas las bendiciones, recorrieron la villa en una multicolor procesión que incluyó la participación de las colectividades boliviana, peruana, paraguaya y norteña representadas en comparsas murgueras, morenadas y conjuntos de danzas.
La procesión arribó a la plaza central de la Villa 31, donde desde un escenario donde la Vicaría Villera en pleno celebró una misa en homenaje al religioso asesinado y posteriomente se dio comienzo a un festival musical.
Durante el homenaje, se entregó una estampita (foto). La mancha negra que se ve, abajo a la derecha, es un trozo de pantalón del cura villero.
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