El ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, aseguró que el Gobierno nacional va a “bregar por el cuidado y la protección del agua”. Y aclaró que los únicos que pueden frenar la situación de convulsión social en Mendoza que provocó la reforma de la ley 7722 son el gobernador Rodolfo Suárez y la Legislatura provincial. "Mendoza debería rever el tema por dos motivos: la falta de consenso social y la escasez de agua", señaló.
El ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, dijo en declaraciones a la radio “Cítrica” que la Constitución Nacional establece que los recursos son de las provincias. Por lo que consideró que son los propios mendocinos los que deben resolver una salida consensuada sobre la 7722.
No obstante, aclaró que “el agua es un tema de todos”, dado que en las cuencas del Desaguadero y del Atuel hay más de cinco provincias que se podrían ver afectadas si se contaminan.
La cuenca del río Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó es una de las mayores de la Argentina. Con un área de 360.000 kilómetros cuadrados, integra a las provincias de La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires.
“Por ello, mi competencia como ministro de Ambiente está en cuidar los aspectos ambientales del agua. Por eso, la ley de Glaciares y la Ley de Gestión Ambienta del Agua me dan competencia”, manifestó.
Cabandié agregó que eso no indica que su postura como ministro sea “en contra de la minería” sino que Mendoza debería “rever el tema” por dos motivos: la falta de consenso social y la escasez de agua.
El funcionario dijo que todo lo que se usa está atravesado por los minerales, por lo que la discusión está en torno al modelo de desarrollo, fundamentalmente cómo se hace y dónde se hace. “Pero si no hay acuerdo social, es muy complicado hacerlo”, aseveró.
“Hay situaciones en las que el agua tiene un lugar muy importante. Por supuesto que la competencia nacional está sobre el agua. Por eso, nosotros vamos a bregar por el cuidado y la protección del agua”, señaló.
Cabandié reveló que el presidente Alberto Fernández “está muy preocupado” por lo que está sucediendo en Mendoza. Y reveló que lo ha llamado “varias veces” para hablar del tema y hacer un seguimiento.