En CABA hay 54 calesitas que le pagan un canon mensual al gobierno de la Ciudad. Cada vez les cuesta más mantenerlas abiertas.
Las calesitas de la Ciudad de Buenos Aires no pasan por su mejor momento y día a día se las ingenian para no cerrar: de acuerdo a un relevamiento, realizado por BAE Negocios, la venta de boletos para dar una vuelta cayó un 50%.
Actualmente hay 54 calesitas en todo el territorio porteño que pagan un canon mensual de $2650 al gobierno de la Ciudad. Cada vuelta, por su parte, cuesta entre $20 y $25 promedio.
"Antes los padres te sacaban 10 tickets, hoy no más de dos. Con tantos pedidos, la sortija ahora la doy entre 5 o 6 veces por vuelta. La gente está muy gasolera y los padres reclaman cada vez más vueltas gratis", explicó Miguel Angel Vignatti, vicepresidente de la Asociación de Calesiteros y afines de la República Argentina. La sortija, en nuestro país, implica una vuelta gratis para el ganador.
Más allá del canon al gobierno, los calesiteros tienen que pagar ingresos brutos, monotributo, luz, seguro y emergencia médica, entre otros, por lo que el conjunto de los gastos se les hace insostenible.
"Trabajo un 40% menos, dependemos del clima, del bolsillo de los padres, como todo el comercio vivimos una fuerte crisis porque la gente tiene menos para gastar. Pero queremos seguir manteniendo viva la tradición", afirmó.
El vicepresidente de la Asociación contó que "si bien antes habríamos todo el día, ahora ya no sirve con la baja en venta de tickets del 50%. En otras épocas la calesita estaba abierta hasta las 22, ahora con la inseguridad, a las 20 horas ya cerramos. Algunos abrimos 13:30 horas y otros a la tarde. Hay que medir el consumo de luz, antes era barata, ahora es muy cara. Hay días que abrís y no vendés ni un boleto".