Señalado por Julio De Vido como uno de los empresarios que deberían "asumir su responsabilidad" como accionistas de la empresa Edesur, Caputo es amigo DE Mauricio Macri desde los seis años.
Amigo del jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri desde los seis años, Nicolás Caputo ha cultivado casi en partes iguales el perfil bajo como los activos vínculos con la obra pública de la Ciudad de Buenos Aires. Mencionado por el ministro Julio De Vido como uno de los empresarios argentinos que deberían "asumir su responsabilidad" como accionistas de la empresa Edesur, Caputo creció como empresario de la mano de Franco Macri, y con su hijo Mauricio tiene en común pasiones y negocios desde muy jóvenes, compartiendo el paso del ex presidente de Boca Juniors no sólo como consejero, sino también como contratista de algunas de las obras que el Gobierno de la Ciudad exhibe como logros de gestión.
A través de SES S.A. y de Caputo S.A., fundada en 1932 y con negocios con la Ciudad desde 1970, llegó a ganar la adjudicación de millonarias obras en los últimos años, desde la construcción de un nuevo hospital en Villa Lugano, hasta la renovación integral de un pabellón en el Hospital José T. Borda.
El diario La Nación mostró el vínculo entre ellos, con una nota del domingo 05 de diciembre de 2010 que afirma que "los papeles dicen que, en 2010, y avalada por la firma del jefe porteño, la empresa SES S.A, controlada en un 50 por ciento por Caputo. S.A, ganó la licitación para la reparación de 14 escuelas en la ciudad, por 30 millones de pesos”.
El 20 de mayo de 2012, en tanto, Clarín afirmaba que Caputo ponía sus dólares también en Puerto Madero: “También el empresario Nicolás Caputo, intimo amigo de Mauricio Macri, construyó `El Mirador`”.
En el mundo privado su fortuna creció gracias a emprendimientos como la construcción del Shopping Abasto, el Casino Trillenium de Tigre y la planta impresora del diario La Nación.
En 2007, a menos de un mes de asumir su primer mandato como jefe de Gobierno, Macri creyó que blanqueando el vínculo alejaría cualquier tipo de sospecha sobre los negocios entre ambos y lo nombró asesor ad honorem: la idea fue un fracaso, porque la oposición presionó y Caputo debió renunciar a los pocos días.
Sin embargo, a pesar de este revés, el jefe de Gobierno nunca se preocupó por cuidar las formas y mientras su gestión seguía haciendo negocios con las empresas de su amigo, él lo elegía como testigo de la boda con su última esposa, Juliana Awada, en noviembre de 2010.
“Nuestra amistad nació en primer grado, éramos muy inocentes y nos hicimos muy amigos A los dos nos gustaba mucho el fútbol y gracias a eso generamos una ligazón que se mantiene hasta hoy. Yo jugaba de fullback y él de delantero", le confesó el empresario a Gabriela Cerruti en su libro "El Pibe".
Caputo también fue socio de Macri, además de amigo y compañero en los años de educación compartidos: juntos crearon la empresa Mirgor, en 1983, una firma que producía aires acondicionados para autos pero que luego se expandió “a la fabricación de equipos de refrigeración domiciliaria, microondas y telefonía celular”, según el sitio web de la empresa de la que Macri se abrió en 1994.
Este año, Caputo S.A. se adjudicó la construcción llave en mano de un edificio para instalar un data center y oficinas en la calle Rondeau 3439, que serán utilizados por las empresas First Data Cono Sur y Posnet, en una obra con un plazo de 540 días, y la inversión será de 49.343.600 pesos, como parte del "Distrito Tecnológico" que el jefe de gobierno creó en el barrio porteño de Parque Patricios.
La amistad de Nicki y Mauricio
La amistad de Nicki (52 años) y el actual jefe de gobierno porteño comenzó en el colegio Cardenal Newman, cuando tenían 6 años. Desde entonces, fueron construyendo una relación que se hizo cada vez más fuerte con el tiempo. “Nuestra amistad nació en primer grado, éramos muy inocentes y nos hicimos muy amigos –rememora Caputo en el libro El Pibe, una biografía de Mauricio Macri escrita por Gabriela Cerruti–. A los dos nos gustaba mucho el fútbol y gracias a eso generamos una ligazón que se mantiene hasta hoy. Yo jugaba de fullback y él de delantero.” Cursaron juntos la primaria, la secundaria y los primeros años universitarios en la carrera de Ingeniería. Macri logró recibirse mientras que Caputo abandonó la facultad para dedicarse a los negocios. Y no le fue nada mal.
Un acontecimiento trágico fue el que terminó de sellar la relación entre ambos: cuando secuestraron a Mauricio Macri, el 23 de agosto de 1991, entonces presidente de Sevel S.A., Nicolás Caputo fue el responsable de la entrega del dinero del rescate. Fue un 2 de septiembre, veinte años atrás. Desde entonces, compartirían muchos momentos trascendentales de sus vidas.
“Tuvimos altibajos porque él se casó antes, yo estaba de novio, entonces nos veíamos menos –contó Nicki sobre su histórica amistad con el jefe de gobierno–. Pero cuando me casé, él vino con Yvonne Bordeu (la primera mujer de Macri) de luna de miel con nosotros.” El tiempo pasó y para las terceras nupcias del líder del Pro –en la que se unió a Juliana Awada–, Caputo fue uno de los testigos. Durante la ceremonia en Costa Salguero, a fines del año pasado, las cámaras registraron al empresario sentado, elegante, en primera fila. A su pesar, claro, ya que Caputo es un cultor del bajo perfil. Aunque muchos lo consideren el “jefe de gabinete en las sombras”, no se lo conoce mucho públicamente. No da entrevistas y les escapa a las fotos. Aquel mediodía festivo no pudo oponer resistencia.
Además de amigo y hermano adoptivo, Caputo también fue socio de Macri. Todo se remonta al primer negocio que realizaron juntos: la creación de la empresa Mirgor, en 1983. Se trata de una firma que producía aires acondicionados para autos pero que hoy se expandió “a la fabricación de equipos de refrigeración domiciliaria, microondas y telefonía celular”, según se desprende de su sitio web. Fue el primer proyecto que encararon los dos amigos, independizados de sus familias millonarias. Nicki le había sugerido a su amigo que de esta forma podía despojarse de las presiones de su padre. Pero la sociedad entre ambos caducó en 1994, cuando Macri vendió sus acciones. No obstante, la empresa creció tanto que hoy, a través de otras dos firmas, está asociada a Whirlpool y Nokia.
Lejos de Mirgor, el día en que Macri se sintió, por fin, liberado de su padre Franco fue cuando asumió la presidencia de Boca Juniors. Durante su paso por el club de la Ribera pocos registraron las huellas de Caputo. A través de un Fondo Común de Inversión, Nicki realizó negocios en la compraventa de jugadores. Por ejemplo, aportó dinero para la adquisición de Martín Palermo.
Caputo siempre estuvo al lado de su amigo, aconsejándolo, acompañándolo y haciendo negocios, para lo cual tiene una veta especial. Y no iba a desaparecer cuando Macri decidió saltar a la política. Durante la campaña electoral, “Nicki fue el encargado de atraer a los aportantes”, recordó un político que lo conoció de cerca. E hizo mucho para que Macri llegara a la jefatura de gobierno.
Fuente: RevistaVeintitres