En La Matanza, se congregaron dirigentes y militantes para rendir homenaje al ex presidente. Su hijo Máximo, la dirigente sindical y diputada nacional, Vanesa Siley y la intendenta Verónica Magario, fueron los únicos oradores. Cristina, como todos los años para esta fecha, se encuentra en Río Gallegos.
A ocho años del fallecimiento de Néstor Kirchner, dirigentes políticos, gremiales y sociales le rindieron homenaje en Villa Palito, La Matanza. Luego de que hablaran la intendenta de ese partido del Conurbano, y la diputada nacional Vanesa Siley, Máximo Kirchner cerró el acto ante una multitud que rebosaba el Club Social y Deportivo Almafuerte en Villa Palito. Allí lo recibieron con el cántico: “No me importa lo que digan los gorilas de Clarín, vamos todos con Cristina a liberar el país”
El discurso de Máximo contrastó la Argentina de Macri con la de Néstor y Cristina y trató de rescatar “el espíritu transformador” de esos doce años para encarar el camino hacia las próximas elecciones. Pero no solo hizo hincapié en el reendeudamiento externo y en la pérdida de derechos y de poder adquisitivo, también habló claramente de la muerte de Santiago Maldonado: “En esta Argentina Santiago Maldonado cortó la ruta un día y lo mataron, y su cuerpo apareció un 17 de octubre”. Entonces contrastó con cómo reaccionó el gobierno en 2008, cuando De Angelis cortaba rutas mientras se discutía la Resolución 125. El hijo del expresidente Kirchner recordó también el contexto regional con el probable triunfo de Jair Bolsonaro como consecuencia del descrédito de la política.
Pasado el mediodía, la intendenta Verónica Magario fue quien dio inicio al acto rodeada por Fernando Espinoza, Mayra Mendoza, Vanesa Siley, y varios intendentes bonaerenses, entre otros. La jefa del municipio recordó que durante los períodos kirchneristas, en La Matanza, "se crearon 300.000 puestos de trabajo, 7500 industrias hubo hospitales que crecieron y escuelas que nacieron”. Finalmente dijo ya mirando al futuro próximo: “Despacito despacito, vamos a recuperar los derechos de nuestro pueblo”.
Por su parte, Vanesa Siley dio testimonio personal de la mejora vivida gracias al gobierno de Néstor Kirchner. "En mi casa materna, tuvimos cloacas gracias a Néstor y Cristina, en mi casa materna, también tuvimos trabajo gracias a Néstor y Cristina, en la casa de los trabajadores y las trabajadoras argentinas, llegó el gas natural, llegó el techo, llegaron mas ladrillos, llegaron los libros, llegaron las zapatillas, por eso lo primero que hacemos los trabajadores y las trabajadoras bien nacidos de esta Patria es agradecer y devolver esos derechos con lealtad, con memoria y con lucha", señaló.
"Muy pocos creíamos en este hombre (por Nestor Kirchner) cuando llegó en 2003, cuando llegó, como decía el, 'después del derrumbe', y nos dijo: 'nada mas importante que trabajar para recuperar no solo la comida que llene la panza sino la autoestima que nos llene el alma y nos de esperanza como pueblo argentino para renacer de esas cenizas'", agregó.
También, reivindicó "este modelo sindical argentino que nos permitió tener los derechos casi únicos en toda América Latina que tiene nuestra clase trabajadora" y en este sentido afirmó que "no van a pasar por esos derechos, tengo un profundo convencimiento, que es el que se forjo en mi corazón gracias a este hombre, Nestor Carlos Kirchner, por el vamos a laburar y luchar, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y esta Patria con sus valores, con los negros, con los trabajadores, con las mujeres, vamos a volver a obtener la victoria en la República Argentina"
Máximo eligió arrancar su discurso con la noticia que se dio a conocer el viernes acerca de que el FMI impone al gobierno una nueva reforma jubilatoria. “Hubo una cámara de Diputados que lamentablemente votó un Presupuesto sin esperar a conocer las condiciones del acuerdo de Mauricio Macri con el FMI”.
Luego comenzó un diálogo con los presentes, preguntando a los presentes si podían comprar la misma cantidad de comida que en 2014 o 2015, y la multitud respondió con un rotundo no. “¿Pueden pagar las tarifas de gas y luz?”, no, volvió a contestar la multitud congregada en Villa Palito.
En su análisis, Máximo ironizó sobre las palabras del actual presidente cuando era candidato acerca de que iba a terminar con la inflación en un día y que con la plata de Fútbol Para Todos iba a hacer 3000 jardines. “Miren cómo estamos. Entonces es lícito que nos preguntemos cómo puede ser que ganó. ¿Quiénes estuvieron en el medio?”, cuestionó el hijo de Néstor y Cristina en alusión a los medios de comunicación. “La tele decía que Macri iba a cumplir. Pero no hubo lluvia de inversiones y nos devolvieron de la peor manera al FMI. Llevan 40 mil millones de dólares con el FMI y más de 100 mil millones de endeudamiento externo. Algo muy importante que habíamos logrado argentinos y argentinas fue el desendeudamiento. ¿Ustedes ven la plata del FMI en sus barrios, en los hospitales, en las escuelas?”, preguntó de cara al público que respondía no a cada pregunta.
“Es hora de que nos planteemos muy bien qué queremos. Lo que hay que reconstruir el espíritu transformador. No se puede repetir aquello que fue, si podemos construir aquello que viene con ese mismo espíritu transgresor”, arengó Máximo a la multitud, eligiendo, como las dos oradoras anteriores confrontar los dos modelos políticos, económicos y culturales, rescatando “lo mejor de esos doce años”.
El énfasis de Máximo Kirchner estuvo puesto en el desendeudamiento exterior que se llevó a cabo durante el gobierno de su padre. Y recalcó que se realizó a través del Congreso, “no a sola firma”: “El mejor ejemplo de esos doce años, cuando ese gobierno decidió pagar una deuda que no había contraído, había miles de argentinos que no tenían trabajo, que no comían, pero fue una medida inteligente. Estos para endeudar al país como lo han endeudado, nada. Han convertido el Congreso como una escribanía”.
Otra advertencia que lanzó el diputado Máximo Kirchner fue: “Hay que tener cuidado con el sentido común berreta que nos quieren imponer, hay que tener espíritu crítico. El FMI no quiere el desarrollo humano. La independencia económica no es un fetiche del peronismo, es lo que necesita un país para desarrollarse y lo hacen en serio los países importantes del mundo: ser independientes económicamente”.
“Ellos piensan que ustedes no pueden tener un celular o irse de vacaciones”, caracterizó Máximo al gobierno nacional. Y volvió a la retórica de las preguntas: “Qué argentina quiere la gobernadora que quiere cerrar universidades, que cierra hospitales. Qué país quieren para los argentinos y argentinas”.
Como su colega Vanesa Siley, trajo a su discurso la situación política de Brasil, que este domingo va a la segunda vuelta electoral en la que todos los pronósticos dan por ganador al ultraderechista Jair Bolsonaro: “Miren lo que pasa en Brasil: la gente se enoja con la política. Aparece un señor que quiere matar a todos y hay gente que lo vota. Eso es degradación social y cultural. No caigamos en eso. El plan de gobierno de Macri y Vidal lleva a eso. No caigamos en la tentación de aceptar la desigualdad, una argentina con estos márgenes de desigualdad produce violencia: hay que organizarse. Pero los gobiernos no son todos iguales. Algunos quieren trabajo para todos otros no, algunos quieren a los genocidas sueltos otros no” definió Máximo Kirchner, que mostro un despliegue oratorio muy cercano al de su madre, Cristina Fernández.
Finalmente hizo un llamado a estar atentos a los vecinos y compañeros en estas fiestas de Fin de año, “para que todos podamos tener una Navidad feliz” y volvió a confrontar con Mauricio Macri al decir que “nadie vivió por encima de sus expectativas, esa Argentina es la que queremos. No dejen que los convenzan de lo contrario.”
Fuente : TiempoArgentino