La presidenta Cristina Fernández pasó en Río Gallegos la primera Navidad sin Néstor Kirchner. Acompañada por sus hijos, Florencia y Máximo, y sus familiares más cercanos, como su madre Ofelia Wilheim y su cuñada Alicia Kirchner, Cristina se recluyó entre los más íntimos para compartir la Nochebuena. Fue una reunión familiar atravesada por la pérdida del ex presidente.
La presidenta estará todo el fin de semana en su casa familiar de Río Gallegos, en Mascarello 441, entre Orkeke y Comodoro Py. La jefa de Estado había llegado a la capital santacruceña el viernes por la tarde, tras postergar el vuelo por unas horas por los incidentes en la estación Constitución de la ex línea Roca. En ese momento trascendió que Cristina tenía previsto visitar el cementerio de Río Gallegos para dejar una flor en la bóveda de la familia: el lunes se cumplen dos meses del fallecimiento del ex mandatario.
El martes pasado, al encabezar un encuentro del Consejo del PJ en la Quinta de Olivos, Cristina les pidió a los dirigentes más importantes del justicialismo, presentes en la reunión, que al llegar la medianoche del 24 levantaran sus copas para homenajear a su esposo. “Fue un buen presidente pero, lo que es más importante, fue un gran compañero, un gran cuadro político que tuvo la Argentina y con el cual tuve el honor de compartir 35 años muy intensos. Tal vez demasiado intensos”, fue el pedido de la presidenta. En ese discurso ante la dirigencia en pleno del PJ, entre los que se distinguían los gobernadores de extracción peronista y el secretario general de la CGT, Cristina dijo que la ausencia de su marido la obligaba a comprometerse aun más: “Kirchner ya no está, a pesar de las consignas. Yo lo vivo de esa manera. Debo dar el ejemplo como su compañera.”
Tras un fin de semana atravesado por la congoja, como le sucede a todo aquel que perdió a un ser querido al llegar las Fiestas, la presidenta regresará este lunes a Buenos Aires para retomar su labor al frente del Estado.
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