El Operativo Independencia dió comienzo al genocidio que luego se amplió a todo el país. Los militares utilizaron el territorio de la más pequeña de las provincias argentinas para aplicar, en el marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional, la metodología de la llamada 'guerra contrarrevolucionaria' que habían aprendido de los franceses primero y de los norteamericanos después. Sus ejes centrales fueron el terrorismo, el secuestro, la desaparición de personas y los campos de concentración donde se torturó y asesinó a miles de tucumanos. El pretexto de los militares fue 'neutralizar y/o aniquilar el accionar' de un minúsculo grupo guerrillero rural. El objetivo verdadero fue destruir el combativo movimiento popular tucumano.
Lejos de tratarse de un enfrentamiento exclusivamente militar contra la guerrilla ubicada en el monte, el combate se libraba esencialmente en el plano cultural, contra las ideas y valores de universitarios, artistas, intelectuales, científicos, religiosos, profesionales ubicados en la ciudad de San Miguel de Tucumán. El propio Vilas, quien estuvo a cargo del Operativo Independencia, afirmó que la guerra que de desarrollaba era una guerra "eminentemente cultural".
El fiscal federal de Tucumán, Carlos Brito, le solicitó al juez federal Daniel Bejas que cite a declarar a Joaquín Morales Solá. El pedido se basó en una fotografía en la que el editorialista del diario La Nación aparece con el comandante Acdel Vilas en 1975, cuando el fallecido represor comenzaba a dar forma al denominado Operativo Independencia.
La foto con el entonces comandante Vilas fue capturada a fines de 1975. En ese momento Morales Solá trabajaba como periodista de La Gaceta de Tucumán y era corresponsal del diario Clarín. Se calcula que en noviembre de ese año había por lo menos 150 detenidos ilegales en la Escuelita de Famaillá.
Según fuentes judiciales, con la citación buscan también investigar cómo funcionaba La Gaceta, el principal diario de Tucumán, para conocer qué grado de control tenían los militares sobre los medios. Allí se dinfundían datos sobre las víctimas fatales, y se cree que que gran parte de información provino del Tercer Cuerpo del Ejército, como parte de la ¨guerra psicológica¨ que después se difundió en todo el país para crear un enemigo, el subversivo.
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