La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantiene una alta aprobación: seis de cada diez ciudadanos aprueba mucho o algo su gestión, frente al 39 por ciento que la desaprueba algo o mucho, y ganaría las elecciones nuevamente con casi 30 puntos de ventaja sobre el segundo, Binner. Un punto clave es que existe un fuerte acuerdo –90 por ciento– en cuanto a que el Estado debe estar presente regulando la economía: es más, la mitad de la población dice que debe intervenir mucho.
Las conclusiones surgen de un estudio realizado por la consultora Ipsos-Mora y Araujo, hoy a cargo del licenciado Luis Costa. Ipsos es una de las empresas internacionales de mayor envergadura en materia de estudios de opinión pública y se asoció con la empresa más tradicional de la Argentina, Mora y Araujo.
El sondeo conducido por Costa es una de las pocas encuestas nacionales que se hicieron en forma personal y no telefónica. Es decir con el encuestador realizando la entrevista en el domicilio de la persona encuestada, algo de importancia para registrar también la opinión de los sectores de menos recursos: esa franja suele no tener teléfono fijo.
En total se entrevistaron mil personas en Capital Federal, Gran Buenos Aires y ocho provincias: Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Tucumán, San Juan, Neuquén, Chaco y Entre Ríos, respetándose las proporciones por edad, sexo, nivel económico-social y también la distribución entre ciudades chicas, medianas y grandes.
“Tal vez puede llegar a sorprender un poco el alto nivel de aprobación que registra la Presidenta –explica Luis Costa–. A mí no me sorprendió para nada. Comparado con nuestros propios estudios del año pasado, bajó entre ocho y nueve puntos. Y esto tiene que ver esencialmente con la economía. Ipsos tiene encuestas de todo el mundo y en Estados Unidos, Canadá, Brasil, España la aprobación o desaprobación de los gobernantes tiene que ver con la aprobación o desaprobación con la economía. Hay un país distinto, México, donde la violencia se vive muy de cerca. Y allí ese factor altera lo que sucede en los demás países. Por lo tanto, diría que lo que sigue impulsando la aprobación de CFK es un combo en el que están los planes sociales, los temas de salud, educación, las obras y la economía. En el interior, por ejemplo, el respaldo es muy fuerte. Y esa caída de unos puntos respecto del año pasado tiene que ver con una leve caída en opinión sobre la economía en los últimos meses.”
–Otros consultores sostienen que la inseguridad y la inflación hicieron bajar mucho la imagen de la Presidenta–
–Mire, los reclamos por la inseguridad son los mismos hace diez años. No influyen en la imagen presidencial. Si usted le pregunta al encuestado cuál es su mayor problema, el 80 por ciento dice que la inseguridad. Y la inflación aparece muy lejos, con menos del 20 por ciento y luego está el desempleo. Por supuesto que si usted pregunta si le preocupa la inflación dirá que sí nítidamente, pero también en su cabeza está que es un fenómeno que existe en la Argentina desde hace tiempo. No, lo que está en la base de la aprobación del 60 por ciento de la Presidenta es algo más global, una aprobación más global que incluye planes sociales, jubilaciones, obras, colegios, economía. Le insisto: en todos los países de Europa en los que encuestamos, los dirigentes están con muy mala imagen. Y la razón fundamental, como en todo Occidente, es la economía.
El voto
A la aprobación presidencial se suma la intención de voto.
La Presidenta aventaja muy ampliamente a cualquiera de sus competidores si las elecciones se repitieran hoy.
Es más, si se realiza el cálculo real que se hace en las elecciones, es decir que se excluyen los indecisos, los votos en blanco o los que no van a ir a votar, el escenario se parece al de octubre, con más del 50 por ciento para la Presidenta.
Elisa Carrió y Eduardo Duhalde siguen teniendo las peores imágenes y Hugo Moyano mantiene las opiniones negativas que viene teniendo desde hace años. Si tuviera que dar un diagnóstico general, diría que no ha habido grandes cambios en los últimos dos años. Con niveles de imagen parecidos en 2010, la Presidenta ganó las elecciones en 2011”, reseña Costa.
Para redondear, el consultor de Ipsos-Mora y Araujo propone una mirada que denomina más estructural. “Hay apoyos a las características individuales de CFK o existe un fenómeno más estructural de que ella encarna una postura de intervención del Estado en la economía. Creo que existe mucho de esto último. Gracias a los archivos de nuestra empresa, liderada en aquel momento por Manuel Mora y Araujo, si en los años ’90 se preguntaba a la gente en manos de quién debían estar las empresas claves, el 80 por ciento decía que en manos privadas y sólo el 20 por ciento decía que en manos del Estado. Ahora es exactamente al revés. Y tiene que ver con la tragedia que se vivió. Es más, diría que hoy al ciudadano no le parece mal que la Presidenta mantenga cierto choque con alguna empresa privada y hubo enormes apoyos a la nacionalización de YPF o de las AFJP. Esto era impensable 15 años atrás. La gente apunta a consumir, a tener empleo, pero también a tener un Estado presente. Eso se ve claramente en la encuesta. Un 90 por ciento está de acuerdo en que el Estado intervenga y la mitad en que intervenga mucho. El plan de construcción de viviendas va en el mismo sentido: el Estado interviniendo y ayudando a la gente”, concluyó Costa.
Por Raúl Kollmann
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