Los trabajadores denunciaron los hurtos cuando un grupo de efectivos de la policía de Ciudad de Buenos Aires ingresó a sus viviendas, en el barrio porteño de Once. Aseguran que se llevaron mercadería, teléfonos y objetos de valor personales.
Al menos una veintena de manteros senegaleses denunciaron el robo de sus mercancías, teléfonos y otros elementos personales cuando un grupo de efectivos de la policía metropolitana “entró a punta de pistola” en los departamentos que habitan en el barrio porteño de Once.
Los manteros cortaron este miércoles dos carriles de la avenida Corrientes a la altura de la calle Larrea para exigir la devolución de los relojes, joyería, cinturones y otras mercaderías que, según denunciaron, les fueron sustraídas por la policía durante la madrugada.
Macodou Seye, uno de los jóvenes senegaleses en cuyo hogar irrumpió la metropolitana, contó que “cerca de las 5 de la mañana yo estaba bañándome para empezar a trabajar y mi compañero dormía. De repente se escucharon muchos golpes y gritos en el pasillo y cuando abrí la puerta tapado con una toalla lo primero que vi fue un arma”.
“Los policías estaban uniformados pero no nos dijeron qué querían ni quién los mandaba. A mi amigo lo despertaron golpeándolo con un arma y a los gritos nos hicieron poner arriba de una cama toda la mercadería, nuestro dinero, los celulares”, recordó.
El joven inmigrante denunció que “se llevaron toda la mercadería, nuestros teléfonos y nuestras computadoras personales, pero no nos dijeron a dónde ni por qué. Yo perdí más de 6.000 pesos sólo en cosas que vendo, y mi amigo 15.000”.
Nar Fay, otro de los manteros senegaleses, dijo que “no sólo irrumpieron en nuestras casas, además esta mañana nos levantaron las mantas a todos los que estábamos trabajando sobre Corrientes, es muy injusto porque nosotros todo lo hacemos honestamente”.
“Queremos trabajar en paz, vinimos a Argentina a tener un mejor futuro, queremos a este país y somos decentes, no merecemos que nos discriminen así. Además hoy la policía metropolitana me sacó cerca de 20.000 pesos en mercadería”, describió.
Bernardette, otra de las manteras afectadas, contó que “entraron en nuestras casas cómo si fuesemos delincuentes; pero no somos mafia, somos gente trabajadora que siente a la Argentina como un segundo hogar y que así la respeta, queremos que también nos respeten a nosotros”, afirmó.
“El estado argentino ya nos reconoció, ya tenemos todos nuestros papeles de residencia y además estamos empadronados en el monotributo y pagamos impuestos por nuestra actividad, no estamos haciendo cosas ilegales, ¿por qué la ciudad no nos acepta?”, se preguntó Bernardette.
Omar Guaraz, dirigente mantero del movimiento de vendedores libres, aseguró que “todo esto es una fantochada del gobierno porteño que apaña a las verdaderas mafias”.
“El subsecretario de Espacio Público porteño, Patricio Di Stéfano, dijo hace poco ante los medios que los vendedores libres somos mafia y que por eso nos persigue, pero lo que no dice es que él defiende a los verdaderos mafiosos”, subrayó.
Guaraz denunció que “los grandes empresarios nucleados en las cámaras comerciales de la ciudad son los que todos los días vuelcan en las veredas millones de pesos en mercaderías a través de manteros que son suyos, y a ellos el gobierno porteño no los toca”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario