"Cuando se trata de derechos laborales, nada nunca nos fue regalado" , señaló la Secretaria General del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la Ciudad de Buenos Aires (SITRAJU-CABA), en una reflexión que escribió para el portal de Unidad Ciudadana. "En Argentina, Movimiento Obrero y Gobierno Popular resultan ser la combinación que más y mejores derechos para los trabajadores y trabajadoras ha posibilitado", aseveró.
"El 1 de mayo, día Internacional del Trabajador y la Trabajadora, se conmemora cada año aquella huelga iniciada en 1886 ni más ni menos que por una jornada laboral de 8 hs. diarias. Por esas paradojas de la historia, este día es conmemorado en la mayoría de los países del mundo, menos en Estados Unidos.
Aquellas jornadas de lucha también fueron trágicas, con asesinatos de obreros en manos de la policía en medio de la represión de los días que prosiguieron al 1ero de mayo, pero también en manos del Poder Judicial con "sentencias" de ahorcamiento. Por eso sus protagonistas son considerados mundialmente como los "mártires de Chicago", y aquella épica fue por las 8 horas de trabajo, las 8 horas de recreación y las 8 horas de descanso. No olvidar, cuando se trata de derechos laborales, nada nunca nos fue regalado.
La combinación sine qua non
Cada derecho laboral: desde las vacaciones pagas, pasando por el aguinaldo, así como la estabilidad laboral fueron fruto, en nuestro país y en el mundo, de luchas de trabajadores y trabajadoras. La organización fue a través de sindicatos, que canalizaran las demandas y otorgaran eficacia a esa lucha. Pero, por lo menos por estos pagos, algo más que organización sindical se necesitó, y se necesita, para convertir una reivindicación en un derecho.
En Argentina, Movimiento Obrero y Gobierno Popular resultan ser la combinación que más y mejores derechos para los trabajadores y trabajadoras ha posibilitado: un Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, una Justicia Nacional del Trabajo, un modelo sindical de unicidad promocionada, un orden público laboral pro operario, son algunos de los ejemplos pilares de la institucionalidad laboral sostenida en el tiempo.
Cuando miramos esos pilares también entendemos porque un Gobierno como el de Macri interviene sindicatos, pone techo a la paritaria, pretende derribar convenios colectivos de trabajo, insiste con una reforma laboral que es regresiva en derechos, inicia juicio político a los jueces laborales, tilda de mafiosos a los abogados defensores. Porque pretende que el trabajo no sea dignidad, sino sumisión.
El sindicalismo de Liberación
El 1 de Agosto de 2016, día del pase a la inmortalidad de Raimundo Ongaro, quien fuera hasta sus últimos días Secretario General de la emblemática Federación Gráfica Bonaerense, muchos referentes gremiales nos encontramos ahí mismo con Cristina Fernández de Kirchner. Uno de los conceptos que más resonaron de aquella charla fue aquél que "con el sindicalismo solo no se puede, necesitamos un modelo de país, es decir del Estado". Y entonces a la combinación arriba expresada le sumamos el alma: un modelo económico que genere, promueva y proteja el empleo formal, real y sustentable. Entonces, Gobernar es generar trabajo.
Es por abajo
Mientras algunos "enturbian sus sentidos para tener lugar en la balanza", algunos otros y otras vienen empujando:
- Las delegaciones regionales de la CGT del interior del país, junto con intersindicales de muchas provincias donde no importa el encuadramiento en una central obrera, casi por unanimidad, se pronunciaron en contra de la Reforma laboral y se encuentran en estado latentes de movilización.
- Las comisiones internas de base, en cada fábrica u organismo del Estado, han encontrado canales fuertes de unidad y articulación, no sólo atendiendo las demandas más acuciantes que el cotidiano contacto con los problemas de los trabajadores y trabajadoras les demanda, sino en la solidaridad de tantos otros problemas sociales que genera el modelo de Macri.
- Los trabajadores y trabajadoras desocupados o sin empleo formal que se organizan en pos de sus necesidades actuales, pero que buscan el mismo futuro que la clase de la cuál provienen: la realización plena de la vida (art. 3, L. 23.551).
- Las mujeres trabajadoras, en la comprensión más cabal de sus necesidades y por impulso del movimiento feminista, están ingresando a las organizaciones sindicales como punta de lanza y corazón impulsor de diferentes luchas. Y como trabajadoras somos todas, queremos ser también sindicalistas: convenios colectivos con perspectiva de género, erradicación de la brecha salarial originada por la segregación ocupacional horizontal (actividades laborales feminizadas y de bajos salarios) y la vertical (techo de cristal), discriminación y violencia laboral, participación en igualdad que los varones en las orgánicas gremiales, y muchas otras más.
Corolario
El big data de nuestros trabajadores y trabajadoras es demasiado para una síntesis: la mayor parte de la grandeza de nuestro país se resguarda ahí. Por eso donde esté la solidaridad, el más para el que menos tiene, la hermandad, la sororidad y las convicciones, estará el futuro. Feliz día".
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