Ante una nutrida concurrencia, el presidente del peronismo porteño Juan Manuel Olmos presentó al ex legislador Francisco "Pancho" Talento, que disertó sobre "Los Escenarios para la Elección Presidencial del 2011".
En la noche del viernes, que suele ser el momento en el que la mayoría de la gente se dispone a refugiarse en su hogar para reponerse de las fatigas de la semana, los peronistas porteños decidieron alargarla y convocaron a la sede del PJ porteño a sus huestes para discutir sobre “Los Escenarios para la Elección Presidencial de 2011”.
La numerosa concurrencia se reunió para escuchar al ex legislador y actual diplomático Francisco “Pancho” Talento y al presidente del partido, Juan Manuel Olmos, que plantearon la apertura de una discusión al seno del peronismo, en el marco de las actividades que viene desarrollando el PJ en su sede de San José 181.
Estuvieron presentes, además de los expositores, la legisladora Silvina Pedreira, el ex legislador Sebastián Gramajo y el economista Mario Burkun.
Olmos presentó a Talento, expresando su admiración por el actual cónsul en Miami, a la vez que resaltó que “pensamos parecido con respecto a lo que debe hacer el peronismo de la Capital”. Luego el presidente del PJ expresó su visión sobre el proceso político que encabeza Néstor Kirchner, que comenzó el 25 de mayo de 2003.
“Hubo una primera etapa en la que se debió construir legitimidad, habida cuenta de que apenas se alcanzó el 22 por ciento de los votos. Vale decir que en aquellos tiempos era mayor el porcentaje de desocupados que el de votos que apoyaron el proyecto de Kirchner para presidente”, describió Olmos.
“En cambio, la elección que consagró a la compañera Cristina Fernández de Kirchner como presidenta fue un real punto de inflexión, en el que los grupos de poder dijeron: ‘hasta acá llegamos’ y se dispusieron a enfrentar a este proyecto de país. Recordemos sino que Cristina asumió el 10 de diciembre y cuatro días después estalló el escándalo de la valija de Antonini Wilson. Por esos mismo días, Clarín fracasó en su intento de quedarse con Telecom, lo que explica muchas cosas”.
Finalmente, Olmos destacó que “la conducción del proceso político leyó la derrota del 28 de junio como nadie. Cuando perdieron Raúl Alfonsín en 1987 y Carlos Menem en 1997, los grupos concentrados del poder avanzaron sobre ellos e impusieron su visión política, pero eso no ocurrió en esta ocasión. Al contrario, este gobierno profundizó el modelo. Lo concreto es que ahora ya no se piensa en la retirada, sino que se piensa en qué se debe hacer para ganar”.
A su turno, Miguel Talento comenzó destacando que “en 40 años de militancia peronista, ésta es la primera vez que voy a dar una charla en la sede del partido”.
Luego de señalar los años del desencuentro y de sectarismo, Talento recordó los años de plomo, que transcurrieron entre 1976 y 1983.
A continuación, el ex vicepresidente segundo de la Legislatura porteña remarcó que “esta es la primera vez en 50 años que se instala una discusión sobre las políticas que favorecen a los sectores populares, que se producen tras la situación que se vivió en 2001, que se produjo por la voracidad, la ceguera y el ansia de rapiña de un poder económico, que chocó con su propia lógica”.
“De todos modos –recordó Talento- en ese tiempo no había programa, no había organicidad ni había acumulación, porque se había impuesto la lógica de la antipolítica, que se traducía en la boleta electoral con la imagen de Bin Laden o con la opción del kilómetro 501”.
“Cuando llega Néstor Kirchner –continuó el dirigente-, éste interpretó mejor que nadie el mensaje que dejó el 2001, pero también se hizo cargo de las deudas pendientes que aún tenía la democracia. Antes, el tremendo aleccionamiento que significó el terrorismo de Estado, había modificado drásticamente la relación de fuerzas en el seno de la sociedad”.
“Entonces, Néstor Kirchner reescribe las características ausentes de la democracia, porque en ciencia política se dice que la alternancia en el poder y la obediencia de las fuerzas armadas, entre otras premisas, definen a la democracia, pero nada se decía sobre dos temas fundamentales: la deuda externa y los derechos humanos, que eran temas que la democracia no había resuelto”.
“Desde entonces -describió Talento-, el kirchnerismo marcó una agenda distinta, con su política de derechos humanos, con la política de desendeudamiento y marcándole a los grupos económicos una limitación en su accionar”.
“Por eso, lo que está en juego ahora es el cierre o la continuidad del modelo popular y esto es posible porque el pueblo ha ido valorizando la capacidad del gobierno de gestionar la crisis y las escenas que vimos en las calles de Atenas en los noticieros marcaron un contraste con la Argentina”, expresó el ex legislador.
“Por el contrario –prosiguió el diplomático-, Elisa Carrió apela permanentemente a la antipolítica y a instalar la sospecha permanente, sin fundamentos”.
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