Medalla de Oro para Néstor en Código Político.

En el documental sobre el rol de los medios en la cobertura de la Masacre de Avellaneda, donde la Policía asesinó a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, Julio Blanck (editor en jefe de Clarín), luego de mirar por un buen rato la tapa de Clarín con el título “La crisis causó 2 nuevas muertes” (ese fue el titular de tapa del diario al día siguiente de la masacre), termina por aceptar: “Es cierto, ese título no dice la verdad”. - Nosotros cometimos un error – No fue la crisis. Lo que había que decir era: "Mataron a dos tipos". Ahora, fue un error, ya está, qué tengo que hacer, ¿cortarme las venas?.
No lo dice preocupado, sino más bien con intención de olvidarlo, de dejarlo en el pasado. Y entonces otra frase le pone límites a lo que podría haber sido un principio de arrepentimiento: “Nosotros hacemos lo que tenemos que hacer”. Algo así como “mentimos, pero era nuestro deber”.

Hace una semana nomás, el mismo Julito, se regodeó con un supuesto fracaso del secretario general de UNASUR, Néstor Kirchner, en las negociaciones para la recomposición de las relaciones entre Venezuela y Colombia y le adjudicó, de manera simbólica, la medalla de plomo (cero!) en su programa Código Político (TN).

Ayer, ante la imposibilidad de seguir ocultando el elogio mundial a la exitosa gestión de Kirchner; el supuesto fracaso del secretario general de Unasur en la mediación entre Venezuela y Colombia, se transformó mágicamente en ÉXITO y ante la mirada azorada de su cofrade, Eduardo van der Kooy, le otorgó LA MEDALLA DE ORO.

¿Se viene un nuevo reconocimiento del yerro ?

Escucharemos nuevamente “Es cierto, no dijimos la verdad, mentimos. - Ahora, fue un error, ya está, qué tengo que hacer, ¿cortarme las venas?”.