El kirchnerismo le propinó una inédita paliza al radicalismo, en un triunfo que capitaliza Cristina en la apertura del año electoral.
En una histórica elección que marcó el fin de dos décadas ininterrumpidas de gobierno del Frente Cívico y Social, Lucía Corpacci fue electa ayer gobernadora de Catamarca para los próximo cuatro años, imponiéndose a Eduardo Brizuela del Moral, quien aspiraba a su tercer mandato consecutivo.
La elección de ayer, además, permitió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner adjudicarse un significativo triunfo en la apertura del año electoral nacional, en razón del decidido apoyo que brindó a la ganadora.
En lo que se preveía un comicio muy reñido, el FV catamarqueño, con una lista integrada junto al peronismo orgánico, peleó voto a voto y logró arrebatarle al oficialismo la Gobernación y siete municipios -algunos de ellos de mucha importancia, como Belén, Tinogasta y Valle Viejo-, además de llevarse varias bancas de la Legislatura y los concejos deliberantes.
Luego de contar el saludo que recibió de Cristina, con quien dijo que se reunirá pronto, Corpacci evaluó que una de las razones del triunfo fue que "los catamarqueños tomaron conciencia que la postergación de la provincia no tenía nada que ver con la discriminación del gobierno nacional, sino con la falta de gestión".
Mera, por su parte, se permitió una humorada en referencia a la visita del vicepresidente Julio Cobos, quien llegó a acompañar a Brizuela. "Venga a saludar a la gobernadora de Catamarca; no nos discrimine que somos mayoría. Tal vez está contando los votos no positivos del FCS", dijo, y fue aclamado.
El Peronismo Federal también intervino en los comicios de Catamarca. La candidata Liliana Barrionuevo, hermana del sindicalista Luis Barrionuevo, cercano a el ex presidente Eduardo Duhalde, obtuvo solo el 2 por ciento de los votos.
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