Miles de textos y libros fueron entregados durante 2010 a distintas jurisdicciones de todo el país a través de un operativo llevado adelante por el Ministerio de Educación de la Nación.
En ese marco, el Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, recibió una importante cantidad de ejemplares para ser repartidos en las escuelas porteñas.
Según fuentes del ámbito educativo, dicho material "se está pudriendo en los sótanos del edificio de la calle Esmeralda 55, donde funciona la Dirección General de Educación".
A modo de ejemplo, las mismas fuentes, mencionaron el libro "Prevención del consumo problemático de drogas, un enfoque educativo", escrito por Graciela Touze.
La dictadura quemaba libros, el macrismo los deja pudrirse.
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