Muchas de las intervenciones estuvieron preparadas de antemano y respondieron a un plan de los fondos buitres y del PRO. Lucía, una ex estudiante de Harvard que estuvo en la charla de ayer, dijo esta mañana que le pareció "lamentable el papel que hicieron los argentinos ahí". "El nivel de las preguntas era el de un taxista que leyó el diario Clarín de esta mañana", dijo la joven.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitó anoche la Universidad de Harvard, en la que dio una conferencia magistral y respondió diez preguntas de estudiantes de esa casa de estudios. Sin embargo, se pudo detectar que muchas de esas preguntas estuvieron orquestadas con anterioridad y no expresaron las inquietudes genuinas de los alumnos. La propia mandataria advirtió que algunos asistentes leían sus preguntas o consultaban con nerviosismo anotaciones en papel.
“Desde el mediodía se advertía la previsión en torno a la presencia de la presidenta argentina. A la vez, residentes argentinos recibieron llamados y correos con convocatorias a un cacerolazo”, consignó el corresponsal de la agencia Télam, quien también contó que un grupo de representantes de los fondos buitre, el American Task Force Argentina (ATFA), repartía una serie de tarjetas rojas para que la gente levantara a la hora de hacer preguntas. Las tarjetas, que finalmente no fueron utilizadas, hacían referencia a la amenaza de la titular del Fondo Monetario Internacional, quien dijo que Argentina podría ser sancionada por la elaboración de sus estadísticas.
Además, en los alrededores de la sala de conferencias de la universidad se repartía un panfleto que rezaba: “¿Cuán libre es la prensa en Argentina? Libertades de prensa bajo ataque", y enumeraba una serie de latiguillos que aquí esgrime el Grupo Clarín. Tres alumnos, entre ellos el asesor del PRO Juan Ignacio Maquieyra, comenzaron sus intervenciones manifestando su “alegría” de ser “uno de los pocos” habilitados a hacerle preguntas a la jefa de Estado.
El propio Maquieyra reconoció que milita en el espacio político de Mauricio Macri, fue funcionario de su gobierno y que se coordinó previamente el tinte de las consultas que se iban a trasladar a Cristina.
Lucía, una ex estudiante de Harvard que estuvo en la charla de ayer, dijo esta mañana en el programa de Víctor Hugo Morales que le pareció "lamentable el papel que hicieron los argentinos ahí".
"El nivel de las preguntas era el de un taxista que leyó el diario Clarín de esta mañana. Uno esperaba preguntas más interesantes. Se desaprovechó una oportunidad. Le podrían haber hecho a la Presidenta muchas preguntas interesantes", dijo la joven.
Por su parte, el conductor de La Mañana se refirió a la actitud nerviosa que mostraron algunos de los que le hicieron preguntas a Cristina. "Ayer se vio a chicos que estaban formateados, preguntando algo que es una opinión. Daba la sensación de que estaban muy nerviosos, con la angustia de una persona que no está viviendo eso con naturalidad, impulsados por el pedido de alguien que le transmitía las preguntas", manifestó.
De hecho, un estudiante que se presentó como salteño hizo una pregunta disonante. Quiso saber el parecer de la Presidenta sobre la responsabilidad social empresaria, pero comenzó su alocución diciendo: “No pregunto lo que quieren ellos, pero…”. Ante eso, la legisladora porteña Gabriela Cerruti tuiteó: “El ´ellos´ del estudiante de Salta, ¿quién sería? ´No pregunto lo que quieren ellos...´ #dudaexistencial”.
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