El episcopado argentino ratificó el pedido realizado en marzo para que los candidatos "ofrezcan sus propuestas" y en las elecciones no se vote un "resultado del marketing".
La nueva conducción del episcopado argentino aprovechó su segundo encuentro con la prensa para meterse de lleno en el clima electoral de este año y relanzar un mensaje que ya había firmado su comisión permanente durante la reunión 170, celebrada en marzo pasado. La cita fue organizada ayer por la mesa ejecutiva de la representación política del clero, la instancia máxima del mando de tropa eclesiástico, que renovó sus autoridades el año pasado con la reelección de José María Arancedo como titular. El prelado santafesino, a un paso de la edad jubilatoria, seguirá por otros tres años y fue acompañado por dos flamantes inclusiones: el cardenal porteño Mario Poli en la vicepresidencia primera, y el obispo de Chascomús, Carlos Malfa, secretario general del organismo y la figura eclesiástica que ayer ofició de principal anfitrión del encuentro con los periodistas, junto a su segundo, el presbítero Pedro Brasesco.
En el cierre del encuentro, que a diferencia de su primera edición no estuvo abierto a las preguntas periodísticas, Malfa anticipó que los prelados invitaron al Papa Francisco para que visite el país "en el segundo semestre del año próximo". Sin embargo, en el arranque de la recepción, el equipo de prensa del episcopado redistribuyó el documento "las elecciones, exigencia del compromiso ciudadano", firmado por los obispos que participaron de la reunión 170 de la Comisión Permanente del episcopado, una instancia compuesta por la mesa chica y los titulares de la veintena de comisiones episcopales.
La redistribución del paper fue todo un gesto, ya que buscó "reiterar un mensaje que está más vigente que nunca, porque en esta etapa electoral la mayoría de los precandidatos se anima a mostrarse en distintos programas televisivos, pero no ponen el mismo esfuerzo en coincidir en los temas más importantes", deslizó una alta fuente eclesiástica para sostener la repetición del documento que data de marzo pasado.
Durante el diálogo con la prensa, Malfa consideró que "hay una farandulización de la política, es penoso: los candidatos tienen que presentar sus ideas y proyectos", remarcó el prelado para apoyar la nueva mención del documento firmado el 18 de marzo.
El paper destaca entre otros temas, que "el proceso electoral es una preciosa oportunidad para un debate cívico acerca del presente y del futuro que deseamos para la Argentina. Es necesario crecer en madurez para que un cambio de autoridades no signifique una crisis sino una alternativa normal de la vida democrática. Invitamos a los candidatos que intervengan en las campañas electorales para que ofrezcan sus propuestas, sin incurrir en agresiones. Que se traten con respeto y cordialidad por cuanto no son enemigos, sino adversarios circunstanciales que puedan continuar dialogando y trabajando juntos para el bien común, al día siguiente de la elección. No pedimos un imposible", remarca el documento.
"Los ciudadanos tienen que tener en cuenta la integridad y la honestidad de los ciudadanos. Necesitamos dirigentes con capacidad de diálogo y gestión, y que se ocupen en serio de los pobres", disparó Malfa en la misma línea del documento, donde sus pares habían recordado que "la elección de gobernantes, en los poderes ejecutivos y legislativos de todos los niveles, no debe ser el resultado del marketing. Hace falta un ejercicio de elección responsable, donde se evalúe a los candidatos no por su imagen mediática”, pontificó el texto de marzo.
Entre los documentos distribuidos, el episcopado también entregó el paper “Martirio y persecución en nuestros días”, firmado el 25 de abril por los miembros de la primera asamblea plenaria del año. No fue casual: el propio Francisco ha pedido a todos los argentinos que lo visitan en el Vaticano, que “muevan todo” para ayudar a los cristianos perseguidos en distintas partes del mundo. "Tenemos una responsabilidad muy grande. Somos la Iglesia que le dio un Papa al mundo", cerró el flamante secretario general.
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