Si la elección fuera hoy, la presidenta se impondría en primera vuelta con más de la mitad de los votos.
A cinco meses y una semana del día en que se va a definir el proyecto político de los próximos cuatro años, Cristina Fernández cuenta con una intención de voto que oscila entre el 45 y el 50%.
Una oposición dividida y los deseos de continuidad de las políticas que se llevaron a cabo hasta el momento son, según los principales encuestadores, los dos ejes principales que explican esta suba constante en las encuestas que comenzó en enero de 2010.
Los cinco sondeos que se relevaron muestran los números con los que cuenta la presidenta para subirse al escenario y advertir a aliados y adversarios que “hay que cuidar el modelo”.
“Cristina mide más de la mitad del universo electoral. Las demás fuerzas van a estar disminuidas en su multiplicidad. No hay polarización porque no hay ningún otro que se constituya en un rival claro y fuerte”, describió Juan Manuel Aurelio, director de la consultora Aresco, de Julio Aurelio.
“En vistas a la debilidad que tenían varios candidatos, han decidido abandonar el ring. El caudal electoral vacante que dejaron no necesariamente va a otros candidatos opositores porque no se puede aunar ideológicamente proyectos de país distintos. No todo el que iba a votar a Macri ahora va a votar a Duhalde. Lo mismo si la UCR y Francisco de Narváez se unen, no suman”, explicó.
Cristina Fernández tiene un 52,7% de intención de voto, seguida muy abajo por Eduardo Duhalde con un 17,8% y más atrás por Ricardo Alfonsín con un 10,8%. Estos datos, que incluyen proyección de indecisos, fueron relevados por la consultora Julio Aurelio el mes pasado, cuando Fernando “Pino” Solanas y Mauricio Macri ya habían anunciado su deserción en la carrera presidencial.
A su vez, la consultora Equis, realizó un relevamiento en abril en las provincias de Córdoba, Mendoza, Salta, Santa Fe, Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires en las que Cristina ronda el 50% de intención de voto, seguida muy atrás por el ex candidato Mauricio Macri con un 10%, y más abajo por Duhalde con un 7%.
Por su parte, la consultora Ricardo Rouvier y Asociados muestra un escenario similar. En un sondeo realizado este viernes, dos días después de que la mandataria diera su discurso en el que criticó el accionar de algunos sindicalistas y advirtió que no se muere “por volver a ser presidenta”, los números siguen siendo más que favorables a su eventual postulación. Mientras Cristina mide un 49,8%, Ricardo Alfonsín cuenta con un 22,3%, Eduardo Duhalde un 6,6%, Alberto Rodríguez Saá un 6% y Elisa Carrió cierra el pelotón con un 4,8% de intención.
En tanto, para la consultora Ibarómetro Cristina Fernández mide un 44,6%, Alfonsín un 12%, Mauricio Macri (que ya se bajó) un 9,9% y Rodríguez Saá un 9%. Sin embargo, a estos datos se les agrega un análisis de percepción de ganadores, o sea, más allá de a quién vaya a votar, la pregunta se enfoca en quién cree que va a terminar ganando. En ese ítem la presidenta llega a un 59,2% y muy abajo figura Alfonsín con un 9,6%. “El pronóstico subjetivo de la victoria kirchnerista supera en más de 15 puntos a la intención de voto de la fuerza. Inclusive entre quienes desaprueban la gestión del kirchnerismo, Cristina Fernández encabeza el ránking de ganadores percibidos de las elecciones a presidente.”
Por su parte, la encuestadora OPSM realizó a principios de este mes un sondeo entre 1100 entrevistados en 65 localidades de todo el país. Los resultados coinciden con los de sus colegas. Mientras la presidenta cuenta con un 41,7% de intención de voto, Alfonsín mide un 18,4%, Duhalde tiene un 11,1%, Rodríguez Saá el 7,3% y Carrió el 5,1%.
Pablo López Fiorito, director de Proyectos de la consultora Ibarómetro, opina que los números favorables a Cristina se explican por dos ejes principales: la acción de gobierno y la inacción de la oposición. “La oposición no tiene candidato. Desde hace dos meses hasta ahora se bajaron seis candidatos presidenciales: Mario Das Neves, Julio Cobos, Ernesto Sanz, Mauricio Macri y Pino Solanas. A esto se le suma el papelón de la interna abierta del PJ Federal. Queda demostrado en la actitud de Jorge Busti, que libera a su gente para que vote a Cristina. El peronismo es quien ahora tiene la locomotora y la realidad es que el peronismo posible es el kirchnerismo. Cualquier peronismo que pretenda ir por fuera va camino al papelón. Por eso ahora Sergio Massa quiere competir dentro del PJ en la provincia de Buenos Aires”, analizó el sociólogo.
“El gobierno nacional y la presidenta están mostrando una solvencia y una coherencia que no se encuentra en ningún candidato de la oposición. Frente a un modelo que funciona, ella es la única alternativa para continuarlo e inclusive para mejorarlo. La gente no quiere grandes cambios, sino que siga el mismo proyecto, y aun desean que se profundicen ciertos aspectos sociales y otros institucionales. La oposición, al proponer que el kirchnerismo es lo peor, queda afuera de los ejes de la discusión, porque pretende generar un cambio que la gente no quiere.”
Juan Manuel Aurelio, de la consultora Aresco, sostiene que a cinco meses de la elección presidencial los valores son contundentes. “El proceso de recuperación y crecimiento del gobierno nacional comienza en diciembre de 2009, enero de 2010. La imagen del gobierno había llegado a sus valores más bajos después de la derrota legislativa de 2009 y el conflicto agrario. Esto empezó a revertirse debido a logros efectivos del gobierno, políticas puntuales que la gente hace claramente referencia cuando se les pregunta el motivo o la justificación de su voto. Por un lado hay una percepción de bienestar económico y buenas expectativas hacia el futuro. También existe un fuerte descreimiento en que haya otro candidato en condiciones de hacer las cosas mejor que el gobierno nacional. A esto se le agregan cuestiones específicas como la Asignación Universal por Hijo y la inclusión social en general. También se destacan políticas que se estaban esperando como las medidas relacionadas con los Derechos Humanos, la ley de matrimonio igualitario y la Ley de Medios. Es más, muchas veces los encuestados sostienen que no votarían al gobierno si dejara de hacer estas cosas.”
Aurelio también agrega un elemento que no es poco en momentos de elegir a un proyecto político. “Hay también un eje ideológico de fuerte identificación entre gran parte de la población, en especial de los sectores más jóvenes que se da después de un período de descreimiento en la política en los últimos años”, puntualiza el analista.
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