Polémica entre vecinos y comerciantes de la zona oeste de la Capital Federal, por el sistema de transporte que circulará por la avenida Juan B. Justo y unirá los barrios de Palermo y Liniers. Críticas de taxistas y usuarios. La obra generó críticas de vecinos del barrio de Liniers ya que, aseguran, se incrementará el tránsito en las calles internas adyacentes a la avenida.
Vecinos de Liniers Norte manifestaron sus quejas por el nuevo sistema ya que "no existe un estudio de impacto ambiental" y aseguraron que la cabecera situada en ese barrio "se convertirá en una gran playa de maniobras de colectivos de gran porte".
Carlos Pisoni, vecino de la zona, dijo que con el Metrobús las calles laterales de la zona se convirtieron en avenidas, mientras los automóviles circulan a mucha velocidad, como antes no ocurría".
Pisoni puntualizó que "han aumentado los accidentes en la zona, tanto en las calles como en la avenida Juan B. Justo, desde que han cortado la calzada, y temen que esto se agrave debido a que las paradas para subir al Metrobús estarán en medio de la acera".
En el mismo sentido, taxistas y pasajeros de colectivos que habitualmente circulan sobre la Avenida Juan B. Justo, criticaron la implementación del nuevo sistema de transporte Metrobus.
Los taxistas consultados se quejaron porque "sólo se habilitaron cuatro calles en las que se podrá girar a la izquierda lo que ocasionará el reclamo de pasajeros ya que habrá que realizar varias cuadras para poder retomar por la calle que quiere el pasajero".
Por su parte, Omar Rodríguez, vecino de Liniers, señaló que “Juan B. Justo tiene mucho tránsito de automóviles".
"La calzada quedará reducida a dos carriles por lado, lo que generará problemas serios", aseguró.
"El hecho de que más personas puedan viajar en colectivo y en forma más rápida es relativo: A diferencia del subterráneo, el Metrobús compite con los demás vehículos en la calle”, afirmó Rodriguez.
"No creo que sea una solución para los problemas de tránsito: es pura propaganda”, disparó un indignado comerciante de una conocida cadena de muebles.
“Hicieron un desastre: Esto es mas para la fachada por la Copa América que se jugará en el Estadio de Velez, en Liniers, que una solución al tránsito”, señaló Diego, vecino de Villa Luro.
Especialistas advierten que podría generar mayores embotellamientos y una “barrera arquitectónica que divide la Ciudad”.
Los vehículos costarán cerca de un millón de pesos cada uno.
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