Según se puede leer en un Informe Anual 2011 sobre la situación de los Derechos Humanos en la Argentina, que se presentó en la Feria del Libro y contó con la presencia del ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Eugenio Zaffaroni, los cuadros jerárquicos de la policía macrista trabajaron para la Federal en la dictadura.
La documentación resalta que el proceso institucional impulsado por el gobierno de Macri para contar con una policía local diferenciada de las existentes ha fracasado: “sus dos primeros jefes: Jorge Palacios –impugnado al momento de su designación por el Cels y otras organizaciones sociales– y Osvaldo Chamorro, ambos ex policías federales, fueron desplazados de sus cargos de manera sucesiva en medio de un escándalo por espionaje ilegal. La designación de Eugenio Burzaco como jefe civil de la fuerza no ha implicado un cambio estructural ni una solución para los problemas que mantiene la nueva policía desde su puesta en marcha”.
Según el informe, el mayor problema de la Metropolitana es la conformación de sus cuadros superiores. “El 83% de los cargos jerárquicos está compuesto por ex policías federales y de ese grupo, el 80% comenzó sus tareas en la Federal en la década de 1970”.
También el documento subraya el aumento de víctimas fatales en hechos con participación policial en la región metropolitana de Buenos Aires.
A lo largo de 342 páginas, se describe que los casos de hostigamiento policial contra jóvenes de barrios humildes representan “una práctica cotidiana que cobra visibilidad en los casos en que la víctima termina muerta, pero cuya cara más rutinaria es la detención de los adolescentes como eje de las políticas territoriales de seguridad”.
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