martes, 7 de octubre de 2014

Destacan en el mundo la política de crecimiento del salario mínimo y la expansión de la inversión social llevada adelante en Argentina durante los gobiernos de Cristina y Néstor Kirchner

Un Informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), destacó a la Argentina por la política de crecimiento del salario mínimo, el combate contra la informalidad laboral y la expansión de la inversión social llevada adelante en la última década.


La publicación, que lleva como título “Los mercados de trabajo del G-20: perspectivas, desafíos y respuestas políticas” destacó que “Rusia, Sudáfrica, Brasil, Argentina, Indonesia y Turquía han seguido una serie de políticas de crecimiento de los salarios, como el aumento de los mínimos y las negociaciones colectivas, con el fin de equilibrar sus fuentes de crecimiento, orientarlas hacia un consumo más doméstico y hacer frente a la desigualdad y la pobreza de los trabajadores”.

También remarcó que “políticas innovadoras para combatir el trabajo informal han sido desarrolladas por Argentina, Brasil y Turquía", y aseguró que "demostraron ser eficaces".

"Los ejemplos de países que han hecho un progreso sostenido en la reducción de la informalidad, muestran la necesidad de adoptar políticas coordinadas a través de una serie de cuestiones. Ellos han alentado el crecimiento en el empleo en la economía formal, junto con el marco regulatorio adecuado y reforzaron las medidas de cumplimiento para hacer frente a la evasión de impuestos y a los sistemas de protección social", subrayó el análisis.

Asimismo puntualizó que estos países, entre los cuales está Argentina, "también ampliaron la protección social a los trabajadores informales, y desarrollaron respuestas a medida, a las necesidades sectoriales o de grupos objetivo específicos".

Con todo, puso de relieve que "las experiencias de los países exitosos demuestran que las políticas para fomentar la transición a la formalidad pueden aplicarse gradualmente y alcanzar efectos que se refuerzan mutuamente, como la reducción de la pobreza y la formalización".

"Lo que se necesita es un enfoque global e integrado en una serie de ámbitos políticos, y la coherencia de las políticas entre estas medidas”, concluyó el documento.

Además puso en valor los niveles de inclusión social a partir de la expansión de la inversión pública, al remarcar que “muchas economías emergentes comenzaron a expandir el gasto en protección social".

En ese sentido, precisó que "la cobertura entre 1995 y 2005 generó expansiones notables, como las que se produjeron en Argentina, Brasil, China, Indonesia y México, por ejemplo, a través de las pensiones no contributivas sociales para los hogares de bajos ingresos, y programas de transferencia de efectivo”.


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