La venta de alimentos acumula una suba promedio del 5% desde el lanzamiento del plan oficial
El efecto de la asignación universal por hijo llegó al consumo. Desde la puesta en marcha del plan oficial que beneficia a los hogares de menores ingresos, las ventas de los productos de la canasta básica acumulan subas que, según las mediciones privadas, oscilan entre 4,5 y 5,8 por ciento.
De acuerdo con un relevamiento realizado por la consultora Nielsen, entre diciembre de 2009 y marzo de este año la demanda de alimentos, bebidas, artículos de tocador y de limpieza registró un alza del 5,8%, contra el 1,3% con el que había cerrado 2009.
La mejora del consumo coincidió con la entrada en vigor de la asignación universal por hijo, que comenzó a entregarse en los primeros días de diciembre del año pasado. El plan contempla el pago de $ 180 por hijo y en principio beneficia a 3,5 millones de chicos menores de 18 años, que son hijos de desocupados, de trabajadores no registrados que cobran menos del salario mínimo, de empleadas domésticas y de monotributistas sociales.
Según los datos de Nielsen, el impacto en el consumo se sintió con más fuerza entre los almacenes y los negocios independientes, que en promedio tuvieron un crecimiento del 13,3% en su volumen de ventas. La reactivación de la demanda en este canal también es vista como un signo de la mejora de la capacidad de compra entre las familias más pobres, ya que tradicionalmente se trata de consumidores que se abastecen en los comercios barriales.
"Siempre los almacenes son más sensibles a los cambios en el consumo, tanto para arriba como para abajo, con fuertes oscilaciones", explicó Osvaldo del Río, director de The Nielsen Company, que ayer presentó su informe en el marco del Encuentro Nacional Retailer, organizado por la revista Asaretail .
Por su parte, Guillermo Oliveto, que ahora tiene su propia consultora (W) pero que continúa trabajando con datos de CCR, estimó que en el primer trimestre de este año el consumo masivo creció 4,5% en volumen, "lo que triplicó el crecimiento del año pasado, que fue del 1,5% en el mismo período".
Efecto inflacionario
Los datos de las consultoras fueron confirmados por las cadenas de supermercados y los grandes autoservicios mayoristas, que también dan cuenta de una recuperación de la demanda, con el consiguiente impacto en los precios.
"Lo que notamos es un crecimiento suave pero sostenido del consumo, en torno al 5 por ciento. La mejora además se hace sentir con más fuerza entre las tiendas ubicadas en zonas más populares", explicó Daniel Fernández, presidente del grupo Carrefour Argentina.
Entre los mayoristas además destacan como un dato favorable el cambio en el contexto económico. "El volumen de las ventas de los mayoristas viene creciendo un 5%, con un escenario mucho más favorable que el del año pasado, no sólo por el efecto de la asignación universal sino también por la reactivación que se siente en otros sectores, como la agroindustria o el mercado automotor", sostuvo Alberto Guida, presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam).
En la misma línea, en la cadena mayorista Diarco destacan que entre sus clientes también se registra una mayor propensión al gasto. "Se nota que la gente tiene más plata en el bolsillo y ese excedente se vuelca íntegramente al consumo de alimentos", explicó Roberto Goldfarb, presidente de la cadena.
La reactivación del consumo ya había sido anticipada por los datos de la recaudación, que en abril batió un nuevo récord, con una suba interanual del 30,7 por ciento. Si bien el papel de la inflación en este aumento de los ingresos fiscales es indudable, también está claro que no toda la suba se puede atribuir a los aumentos de precios. En este sentido, si se toman en cuenta los datos de Nielsen se puede estimar que la inflación en alimentos hoy se encuentra en torno al 15% anual, ya que la facturación bruta creció en los últimos cuatro meses un 20,7%, de los cuales un 5,8% fue un incremento genuino del consumo en volumen.
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