miércoles, 24 de noviembre de 2010

La Nación: "La oposición no es alternativa. Sobre todo, como una fuerza político-electoral que ofrezca garantías de gobernabilidad".

La responsabilidad de la oposición: Las principales figuras opositoras se han ido canibalizando unas a otras y hoy son menos de lo que eran hace un año.

"Hoy corresponde llamarles la atención a los dirigentes de la oposición:

Desde que la oposición le arrebató al partido gobernante la mayoría parlamentaria, sus representantes no han sabido, no han podido o no han querido desarrollar acuerdos que se extiendan más allá de lo meramente circunstancial. Sin ir más lejos, en lo que respecta a la ley de presupuesto para 2011, los dirigentes opositores ni siquiera pudieron consensuar un proyecto alternativo.

Es grave que durante el último año ni siquiera hayan conseguido permanecer juntos quienes se habían presentado como aliados durante las elecciones legislativas de 2009. Las dos novedades políticas de esos comicios, el Acuerdo Cívico y Social y la asociación entre Mauricio Macri, Francisco de Narváez y Felipe Solá, no han podido mantener su configuración más allá de unos pocos meses.

Esta fragmentación se traduce en impotencia.

Representa una defraudación al electorado y la persistencia de varios vicios políticos.


Las principales figuras se han ido canibalizando unas a otras y hoy son menos de lo que eran hace un año. Tampoco el peronismo disidente ha conseguido mantener su volumen.

El radicalismo parecía ofrecer una excepción. Sin embargo, la figura de los dos candidatos, Ricardo Alfonsín y Julio Cobos, seguidos por sus respectivas facciones, predomina todo el tiempo sobre la organización partidaria. El internismo, que es el mal de esa fuerza, sigue exacerbado, como se demostró en la polémica por la conducción del bloque de diputados nacionales.

La desaparición del ex presidente y el clima de duelo oficial que le siguió demuestran que a quienes se enfrentan al Gobierno les faltan recursos más sofisticados para ejercer su tarea: ideas, programas, organización, liderazgos conceptuales.

La consecuencia de estas deficiencias es la dificultad de esta clase de oposición para presentarse como una alternativa.

Sobre todo, como una fuerza político-electoral que ofrezca garantías de gobernabilidad.

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