La Presidenta se refirió a los saqueos en distintas provincias tras el acuartelamiento policial. Lo dijo en el marco de la celebración de los 30 años de democracia.
Cristina Fernández de Kirchner condenó tanto los saqueos como la "extorsión a la sociedad" de quienes "portan armas para defenderla y no para atacarla".
Así se expresó en el marco del acto de celebración de los 30 años de democracia en el Museo del Bicentenario, donde la Presidenta se refirió a los saqueos y escenas de vandalismo que se vieron en los últimos días en distintos puntos del país, a partir de los autoacuartelamientos de algunas policías provinciales.
"No creo en los hechos que se producen por contagio. Por contagio son las paperas, la varicela o rubéola", enfatizó Cristina al hablar frente a los ex presidentes constitucionales invitados especialmente al acto por los 30 años de la recuperación de la democracia.
En ese marco, la jefa del Estado sostuvo que las escenas de saqueos en las que se vieron autos y camionetas 4x4 "avergüenzan a todos los argentinos".
A continuación, el pasaje del discurso de la Presidenta, donde se refiere a los saqueos en distintas provincias tras el acuartelamiento policial.
"De la misma manera que en estos 30 años a partir de procesos difíciles, complejos, logramos una nueva Ley de Defensa, una reincorporación y reinserción de nuestras Fuerzas Armadas a los procesos democráticos, hay que hacer lo mismo en cada una de las jurisdicciones con las policías provinciales de una buena vez por todas.
Es necesario.
Que no significa no reconocer derechos, que no significa negar realidades, pero significa sí, por favor, condenar sin dudas la extorsión a una sociedad por parte de aquellos que portan armas para defenderla y no para atacarla.
Y mucho menos aún, lo que hemos visto, liberar, perdón, y mucho menos aún lo que hemos visto y cuentan los propios gobernadores con quienes estuve en contacto permanente: liberar zonas para que vaya gente a cometer delitos.
¿Quiénes son los que están en contacto los unos con los otros para hacer este tipo de cosas?
Yo quiero hablar con mucha sinceridad a la sociedad argentina, hemos desplegado durante todo el territorio, y lo saben bien los gobernadores, a las policías de seguridad nacional, la Gendarmería Nacional, la Prefectura; hemos colaborado, estamos y seguimos colaborando, pero es imprescindible que los más de 200.000 efectivos provinciales cumplan la función que tienen que cumplir, porque son muchos más que los 35.000 efectivos que tiene la Gendarmería Nacional y que además no forma parte de su función estar dando seguridad interior sino que debe cuidar nuestras fronteras.
Por eso creo que el homenaje a la democracia es llamar las cosas por su nombre, el homenaje a la democracia es rescatar los valores y lo que hemos logrado.
Saber que estas cosas no suceden por casualidad, que estas cosas suceden porque se quiere desgastar los valores de la democracia; que la gente piense que es mejor vivir de otra forma, que no es la democrática, pero que es más seguro que vivir en democracia.
Yo quiero solidarizarme con todos aquellos ciudadanos que se vieron afectados y cuyos derechos no fueron defendidos por quienes tenían la obligación constitucional de hacerlo.
Y quiero hacer un llamado porque no puede ser, lo sabíamos también el año pasado en diciembre, en Bariloche, también el efecto contagio, todos sabemos que no hay ningún efecto contagio, sabemos que hay instigación política por los que creen que se pueden ganar elecciones hablando de la seguridad o de la inseguridad instalando el miedo.
Quieren instalar el miedo para ganar con la inseguridad.
¿Y saben qué?
Eso dura muy poco y hemos tenido experiencias muy terribles en la República Argentina.
¿Y además saben qué?
Esas políticas han fracasado, porque en realidad la inclusión social y el control civil y político de los organismos de seguridad es lo que garantiza la verdadera seguridad de los ciudadanos.
Quería rescatar estos 30 años en que hemos logrado cosas impensables.
Por eso pasan estas cosas, para que no pensemos en lo que hemos logrado, para que no pensemos en los 6 millones de puestos de trabajo, para que nos olvidemos de los 3 millones y medio de netbooks, para que nos olvidemos de todas las empresas que se han creado, para que nos olvidemos de cómo crecieron las exportaciones , para que nos olvidemos de los 3 millones de jubilados que se han incluido y que antes estaban de la mano de Dios; para que nos olvidemos del aumento y de la movilidad social jubilatoria de dos aumentos al año; para que nos olvidemos del aumento salarial y de los salarios más importantes de Latinoamérica; para que nos olvidemos de las convenciones colectivas de trabajo; para que nos olvidemos del matrimonio igualitario, del divorcio vincular también logrado con mucho trabajo durante la gestión del doctor Alfonsín; para que nos olvidemos de que también el año que viene vamos a aprobar un nuevo Código Civil y Comercial que amplíe más derechos y que vamos a discutir lo que tengamos que discutir si es necesario, porque no somos cerrados.
Porque hemos venido ampliando y generando nuevos derechos y queremos seguir ampliando y generando más derechos, y es cierto, cuando hay más derechos, cuando se amplían derechos hay sectores que se molestan.
Porque necesitan tal vez una tasa de desocupación alta, para que el salario sea más bajo; porque necesitan tal vez medidas macroeconómicas que produzcan formidables transferencias de ingresos de un sector a otro, como se vivió en determinadas etapas de nuestro país, que no voy a mencionar porque, reitero, hoy no quiero plantear ninguna diferencia, quiero simplemente hablar de las coincidencias, de los logros, y de lo que falta y del futuro.
Pero tengo una sola certeza, absoluta, inconmovible, todo lo que falta lograr, todo lo que nos falta hacer sólo se puede hacer en democracia, respetando la Constitución, respetando las leyes, respetando las autoridades legítimamente constituidas y elegidas por el pueblo.
No hay ningún otro modo de poder hacerlo y el que crea que hay un camino alternativo que no se disfrace de cordero, que lo diga, si piensa que la democracia o la libertad o el poder expresar lo que sentimos es malo, que lo digan.
Pero queremos definitivamente consolidar, este es el homenaje a todos los hombres y mujeres que en democracia y en no democracia dieron su vida por ella.
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