La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, inaugura su octava Asamblea Legislativa. Será este domingo y se constituirá su último discurso de apertura de sesiones en su segundo mandato de gobierno. Se espera una multitudinaria demostración de apoyo que colmará la Plaza de los Dos Congresos.
Rodeada con lo que seguramente será una más que multitudinaria demostración de apoyo popular hacia la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner encabezará este domingo su octavo acto de apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, en donde la primera mandataria pronunciará el último discurso de su segundo mandato en un ámbito desde el cual la jefa del Estado siempre adelantó parte de los movimientos políticos que haría su Gobierno, sobre todo en materia legislativa.
Además de los logros que realizó el kirchnerismo durante estos 12 años bajo el modelo nacional y popular, serán anunciadas varias iniciativas con el objetivo de profundizar el crecimiento en la inclusión social, incentivar el consumo de los sectores más desfavorables para poder sostener la demanda agregada.
Los discursos de Cristina: vigas de la agenda política desde 2007
Además de los logros que realizó el kirchnerismo durante estos 12 años bajo el modelo nacional y popular, serán anunciadas varias iniciativas con el objetivo de profundizar el crecimiento en la inclusión social, incentivar el consumo de los sectores más desfavorables para poder sostener la demanda agregada.
Los discursos de Cristina: vigas de la agenda política desde 2007
Ante el plenario de diputados y senadores que se reúne cada primero de marzo, la jefa de Estado anunció, por ejemplo, que el poder Ejecutivo enviaría al Congreso iniciativas trascendentales para su proyecto de gobierno como el de la reforma de la carta orgánica del Banco Central o el de unificación del Código Civil y Comercial, cosas que finalmente ocurrieron.
La Presidenta decidió sobrepasar los limites del mero acto protocolar y aprovechar esa tribuna para reafirmar, por medio de discursos que siempre superaron los 100 minutos de duración, los lineamientos políticos y económicos de su gestión, arengar a los legisladores propios, desafiar a los ajenos y exponer hacía donde movería sus piezas dentro del tablero político legislativo.
El año pasado, por caso, la mandataria avisó que enviaría al congreso un paquete de proyectos de ley “que defiendan de una buena vez a los usuarios y consumidores frente al abuso de los sectores concentrados, oligopólicos y monopólicos”. En septiembre, esos proyectos se convirtieron en ley.
En cada oportunidad, la Presidenta mechó el repaso de cada uno de los logros alcanzados desde los distintos ministerios con proyectos que a veces fueron propuestos por ministros o secretarios de estado y otras fueron elaborados a partir de ideas surgidas en el seno del Poder Ejecutivo.
Desde el atril montado en el Senado, Cristina anunció que enviaría proyectos que marcaron el pulso kirchnerista como los proyectos de reunificación del Código Civil y Comercial o la reforma del Código Penal, para la cual se creó una comisión de trabajo conformada por juristas de distintos sectores.
También desde allí anunció en 2013 el envío de otro proyecto que afectaría los intereses del poder judicial cuando afirmó que impulsaría uno para que “la totalidad de los miembros del Consejo de la Magistratura sean elegidos por el pueblo” porque “ni los jueces ni los abogados tienen coronita para ser elegidos entre ellos”.
Entre tantos proyectos, la mandataria aprovechó la apertura de sesiones ordinarias de 2012 para advertirle al plenario de legisladores que ese mismo día había enviado un proyecto de ley para avanzar en la “modificación de la ley de la Carta Orgánica del Banco Central 24.144 y de la ley de Convertibilidad 23.928”.
En sus extensos discursos, la Presidenta intercaló el anuncio de envío de proyectos con pedidos al plenario para que se avanzara en temas que consideraba primordiales pero que veía que no estaban siendo tratados, quizás, por falta de voluntad política.
“Le voy a pedir al Parlamento argentino, al Parlamento de mi pueblo, que por favor traten la Ley Penal Tributaria, que envié, para que quienes evadan vayan presos”, le dijo la jefa de Estado a los legisladores de todas las fuerzas políticas en 2011 y luego aclaró que el Poder Ejecutivo ya había hecho “todos los esfuerzos y tomado todas las medidas disponibles”.
En su mensaje del 2012 la mandataria agradeció a los legisladores nacionales por haber sancionado la Ley de Tierras que había reclamado, justo un año antes, desde el mismo escenario.
Además de los anuncios de envío de leyes, la jefa de Estado siempre aprovechó el acto del 1 de marzo para referirse a iniciativas impulsadas desde el Poder Ejecutivo y convertidas en ley por el Parlamento como la estatización de Aerolíneas Argentinas (2008), la reforma del sistema previsional (2008) y la expropiación de YPF (2012).
“Quiero acordarme de este país real junto al país virtual y mediático que tan duramente nos criticó cuando enviamos el proyecto y sancionamos en este Congreso el traspaso de la administración de los recursos de los trabajadores del sector privado al sector público”, recordó la mandataria en su mensaje del 2010, en referencia a la reforma del sistema previsonal.
El discurso que Cristina Fernández de Kirchner brinde este domingo en el Congreso será el último de este mandato, dejará sentadas las bases de su gobierno para el año electoral y permitirá a las demás fuerzas y al público en general comenzar a divisar cual son los debates que la mandataria planea dar hasta que le toque entregar la banda presidencial.
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