La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió una distinción por haber mantenido la desnutrición por debajo del 5 %, habiendo alcanzado el Objetivo del Desarrollo del Milenio. El premio le fue entregado a la presidenta por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organismo especializado de la ONU que dirige las actividades internacionales encaminadas a erradicar el hambre.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, acompañada por el canciller Héctor Timerman, mantuvo una reunión con el Titular de la FAO, el brasilero José Graziano da Silva, en la sede central del organismo en la ciudad de Roma.
Allí, el director general de ese prestigioso organismo internacional le entregó una distinción por haber mantenido la desnutrición por debajo del 5 %, habiendo alcanzado la meta relativa al hambre del Primer Objetivo del Desarrollo del Milenio.
Antes de disertar en la 39° Conferencia de la FAO, Cristina Fernández de Kirchner realizó declaraciones a los medios y dijo que “el reconocimiento es para la Argentina por la labor en políticas públicas tendientes a combatir el hambre y combatir a la pobreza, que es la principal causante del hambre.
Señaló que Argentina además de ser un “país productor de alimentos y de contribuir a mitigar esto, el principal problema es una más justa y equitativa redistribución de la riqueza. Alimentos hay, lo que le falta es dinero a mucha gente para adquirir ese alimento”.
“Debemos aspirar a que la FAO sea un organismo de contralor de la calidad de alimentos, no con planes de alimentos para ayudar a tal o cual país, sino para controlar la calidad de la alimentación y de que ésta llegue bien a todos”, refelxionó.
Al ser consultada sobre la situación de América Latina, Cristina Fernández de Kirchner señaló que “se han logrado importantes adelantos a partir de acciones de los países hermanos (de la región) que hemos trabajo muchísimo en esto. Pero hay que admitir que es la región más injusta en cuanto a redistribución de la riqueza, cuestión fundamental para solucionar el problema del hambre, de la salud, de la educación y de la dignidad del ser humano”.
El porcentaje de personas subalimentadas en América Latina y el Caribe pasó del 13,9% en el período 1990 a menos del cinco por ciento hacia el año 2015, lo cual implica una reducción en el número de personas subalimentadas de 31 millones, en los últimos 25 años.
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