Algunos pedían este cambio. Otros aguardaban la noticia con temor.
Este jueves en Argentina, supuestamente, se levantaron las restricciones de compra de divisas extranjeras. Y se habla de supuestos, porque el Banco Central anunció que sólo se podrán comprar 500 dólares por mes. En este marco, se inauguró una nueva cotización del peso, que vale ahora en torno a un 40% menos que el miércoles con respecto al dólar, según fuentes independientes.
Se trata de una fuertísima devaluación de la moneda argentina en tan un sólo día.
Desde el gobierno del procesado presidente Mauricio Macri y los medios afines (TN, América, Telefé, Canal 26, etc) se dijo que el impacto de la medida estuvo bajo control y que no hubo histeria ni corridas bancarias. Sin embargo, el monto de operaciones de cambio fue muy bajo: unos US$125 millones (la mitad que el último día con restricciones). Por eso, varios analistas económicos temen que el verdadero impacto del levantamiento del "cepo" cambiario se sienta en los próximos días.
Hay temores de una fuerte pérdida de valor de los salarios, además de que vuelva a florecer la hiperinflación como en 1989, todo lo cual podría conducir a conflictos sociales. Paralelamente, comenzaron a registrarse despidos en varios sectores.
Gustavo, un estudiante de 22 años, asegura que la medida le genera "incertidumbre y cierto temor".
"Me asusta el impacto, me da miedo que aumenten los precios y mi salario no vaya a aumentar", dice.
"En unos días estoy viajando de vacaciones y me va a salir más caro todo", asegura.
Desde algunos sectores, se mira con desconfianza el anuncio del gobierno.
"Sube el dólar, suben los precios, bajan los sueldos", titulaba este jueves el diario Página12.
"Los trabajadores no estamos dispuestos a perder el poder adquisitivo", dijo por su parte Hugo Moyano. El sindicalista advirtió que exigirá a los empresarios un aumento de los salarios este año para compensar la depreciación del peso: "Esto tiene aroma a los 90".
Gustavo, un estudiante de 22 años, asegura que la medida le genera "incertidumbre y cierto temor".
"Me asusta el impacto, me da miedo que aumenten los precios y mi salario no vaya a aumentar", dice.
"En unos días estoy viajando de vacaciones y me va a salir más caro todo", asegura.
Desde algunos sectores, se mira con desconfianza el anuncio del gobierno.
"Sube el dólar, suben los precios, bajan los sueldos", titulaba este jueves el diario Página12.
"Los trabajadores no estamos dispuestos a perder el poder adquisitivo", dijo por su parte Hugo Moyano. El sindicalista advirtió que exigirá a los empresarios un aumento de los salarios este año para compensar la depreciación del peso: "Esto tiene aroma a los 90".
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