El procesado presidente Mauricio Macri anunció que “a fin de año” 18 mil productos, de un total de 19 mil, podrán ingresar al país automáticamente. Desde la Asociación Pyme, lo consideraron “un regalo de Navidad” para los grandes centros mundiales que no tenían dónde colocar sus manufacturas. “Volvemos al espiral que se cierra sobre sí mismo hasta que implosiona, como pasó en 2001”, subrayaron.
Luego de los anuncios realizados por el gobierno de Mauricio Macri, en el marco de la 21° Conferencia Industrial Argentina en Parque Norte, a las pequeñas y medianas empresas les esperan años aciagos.
El ministro de Desarrollo Productivo, Francisco Cabrera, informó que desde hoy queda sin efecto el régimen que obligaba a las compañías a brindar información al Estado sobre su estructura de costos, márgenes de ganancias e información vinculada a la formación de precios, y adelantó que “a fin de año acabarán” las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI).
“Vamos a ir hacia un Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones, que básicamente es ir a un mecanismo simple de licencias automáticas y no automáticas”, dijo el funcionario y precisó que “de las 19.000 posiciones arancelarias que tiene la Argentina, salvo 1.000, hay 18.000 que son productos de insumos que se deben ingresar automáticamente”.
“Las DJAI, con todas las falencias que puedan tener, son una traba, un tapón, para que no entre cualquier mercadería al país, en defensa de la industria nacional. Al eliminarlas, las pymes seremos las principales afectadas porque vamos a tener una competencia en lo que hace a costos que no podremos sostener”, explicó Daniel Moreira, secretario de la Asociación Pyme.
Para Moreira, el lugar elegido para adelantar el fin de las DJAI no fue causal: “Lo anuncia ante la Unión Industrial Argentina (UIA) porque las grandes empresas, sobre todo corporaciones y multinacionales, son las primeras que salen beneficiadas. Ellas pueden llegar a importar desde las casas que tengan en distintas partes del mundo productos que acá, por una cuestión de costos no les conviene fabricar. La liberalización que está implementando este gobierno en todos los ámbitos, apunta a beneficiar a los más fortalecidos. Las pymes y los pequeños productores agrarios, con las medidas que también anunciaron hoy en Pergamino (fin de las retenciones a las patronales del campo), seremos los primeros en quebrar”.
“Esta obsesión de la derecha argentina de liberalizar todo no tiene en cuenta que el contexto internacional está a la baja. Cuando las mercaderías manufacturadas abundan en el mundo porque no tienen mercado, que se abra un mercado como el nuestro, que estuvo protegido durante mucho tiempo, es un regalo de Navidad importantísimo para los grandes centros mundiales”, ironizó Moreira.
En esta línea, el referente del sector Pyme consideró que Macri está llevando al país a “un espiral que se cierra sobre sí mismo hasta que implosiona, como nos pasó en 2001”.
“Si tenés 19 mil posiciones arancelarias –continuó- y sólo mil seguirían más o menos salvaguardadas, hay 18 mil productos de insumos que van a entrar automáticamente, lo cual afecta principalmente a las pequeñas industrias. Estos productos van a entrar a precios irrisorios y no vamos a poder competir, y esto condena a las pymes a cerrar, dejando a toda la gente que trabaja en esas empresas en la calle. Esa gente, además, va a consumir menos porque no va a tener el ingreso mensual que necesita para vivir, y ese menor consumo va a hacer que haya cada vez menos mercado interno. El espiral se cierra sobre sí mismo”.
Moreira advirtió, por último, que “cuando una pyme cierra hace un gran agujero en el barrio o en la localidad donde funciona”.
Fuente: AgePeBA
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