La Comisión Económica para América Latina y el Caribe -CEPAL- (organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas responsable de promover el desarrollo económico y social de la región), aseguró ayer que la Argentina consiguió en toda América uno de los mayores descensos en los índices de pobreza, según un estudio "multidimensional" que toma en cuenta las condiciones de vivienda, servicios básicos, educación, empleo, protección social y estándar de vida.
La Cepal difundió este indicador en una conferencia realizada en Santiago de Chile. El informe señaló que "las mayores incidencias se presentaban en Nicaragua, con 74,1 por ciento; Honduras, 70,5 por ciento; Guatemala, 70,3 por ciento; y Bolivia, con 58 por ciento".
Asimismo, destacó que "en todos los países se produjo una caída de la incidencia de la pobreza multidimensional", aunque remarcó que "las bajas más notorias tuvieron lugar en Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Chile y Venezuela, y fueron equivalentes a una disminución del índice de recuento de 7 por ciento o más por año".
Capitanich
El Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, señaló hoy que la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal) “destacó a la Argentina como uno de los países que más redujo su pobreza en los últimos años”.
“Esto implica –agregó- una ponderación adecuada en materia de distribución del ingreso, alcanzada en el período 2005 y 2012, en donde se produjeron avances notables en esta materia”.
Explicó que “esto significa básicamente aceptar que la reducción de la desigualdad y la pobreza ha impactado fuertemente en el desenvolvimiento de la clase media. En la República Argentina, de acuerdo a este estudio de CEPAL, el 86 por ciento de los habitantes es de clase media o media baja, la proporción más alta de toda América latina; 167 millones de pobres en América latina, 28 por ciento la tasa de pobreza, la República Argentina tiene un indicador cercano al 8 por ciento que es una de las más bajas de América latina, y eso tiene mucho que ver con las políticas de inclusión social, de reconstrucción de la matriz productiva y el desarrollo”.
Capitanich agregó que la Argentina tiene “15 millones de habitantes con políticas activas en materia de inclusión social, que mejoran sustancialmente la política de distribución equitativa del ingreso, y a su vez también mejora de un modo sustancial la capacidad de acceso al ingreso”.
“Por eso –agregó- es muy importante que desde el 2003 al 2014 uno observa no solamente la creación de 6,4 millones de puestos de trabajo, sino también una estrategia de profundización de mecanismos de financiamiento del sistema de protección social.
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