lunes, 26 de diciembre de 2016

Nos habíamos olvidado, durante 12 años, lo que era un país gobernado por los liberales, por Fernanda Vallejos

Nos habíamos olvidado, durante 12 años, lo que era un país gobernado por los liberales.

2016 nos refrescó la memoria: tenemos recesión (-3,8%), desocupación en alza (+8,5%), pobreza en expansión (+32,2%), sobreendeudamiento externo (+ U$S 50.000 millones), volvió el FMI a dar lecciones de ajuste que empieza por el sistema previsional, las farmacias no venden medicamentos a jubilados del PAMI...

Y llegamos al 26 de diciembre con la renuncia del Ministro de Economía, su reemplazo por otro (cuya misión es el "equilibrio fiscal"), que dice que el problema es que sobran trabajadores en el Estado, que deben cobrarse (todavía) menos impuestos a las empresas y los ricos, y que hay que volver a endeudarse con el Fondo.

Mientras, el mismo día, las fuerzas represivas del Estado liberal, agreden brutalmente a compatriotas que sufren inundaciones en Pergamino a los que el Estado (ni el de Macri ni el de Vidal) no asiste, hay cortes de luz en diversos puntos de Capital y PBA, y en Flores los vecinos toman una comisaría por un hecho de inseguridad que se llevó la vida de un pibe de 14 años, pidiendo la renuncia de la Ministra de Seguridad al grito de "que se vayan todos", sin que ninguna autoridad, ni nacional ni porteña, se haga presente.

Así, en un instante, un baldazo de memoria te pasa la película completa de la historia reciente, donde las últimas instantáneas corresponden a 2001... Pero no. Es hoy. 26 de diciembre del año que la mitad de la sociedad argentina decidió que #Cambiemos.

Por todo eso, no hay alternativa.

Hay que prepararse.

Porque como sostenía Alvaro García Linera en la nota que publicamos hoy "la globalización ha muerto", el mundo está en plena transición y, más temprano que tarde, los pueblos latinoamericanos terminaremos sacándonos de encima a estos liberales extemporáneos y huérfanos.

Para entonces, la tarea de reconstrucción será ardua y deberemos estar en perfectas condiciones no sólo de mejorar nuestras gestiones anteriores allí donde hubo déficit, sino que también deberemos estar en condiciones de ser arquitectos de un mundo más justo.

El tiempo es corto... tenemos nada más que 3 años.

Y una legislativa en el medio el año próximo que deberemos aprovechar para limitar la expoliación que ansían profundizar en el breve tiempo que les queda.


Por Fernanda Vallejos

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