El último bimestre mostró un marcado incremento de las cesantías: 20.872 trabajadores perdieron su empleo, contra los 3087 del mismo período de 2017. El sector más afectado sigue siendo la industria.
En el bimestre septiembre-octubre los despidos y suspensiones sumaron siete veces más que el año pasado: 20.872 personas fueron expulsadas del trabajo, mientras que en 2017, durante el mismo período, se habían registrado 3087 casos. La razón principal de este derrumbe del empleo (agravamiento en la pérdida de puestos de trabajo) sigue siendo la destrucción de la industria. De cada cien trabajadores echados en estos últimos dos meses, 74 se desempeñaban en talleres y fábricas.
Este es el primer dato impactante del último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre despidos y suspensiones. Puesto sobre un gráfico, la curva de expulsiones en el sector privado muestra así una violenta subida en septiembre.
En el acumulado del año las cesantías y suspensiones suman 56.969 casos, 15.825 de ellos de empleados públicos y 44.144 del sector privado. El 2018 se inició con dos meses en que los despidos estatales fueron más numerosos; luego, en los siguientes cinco meses, fue el sector privado el que pasó a despedir más. En agosto hubo una situación de convergencia o empate, ya que los despidos de estatales y privados tuvieron la misma intensidad. Finalmente, la crisis volvió a golpear con mayor fuerza a trabajadores del sector privado, que han sido especialmente perjudicados este año.
Las actividades más afectadas fueron, en orden decreciente: la industria (33.478 despidos en estos diez meses), trabajadores del Estado (ya sea en el Ejecutivo o en empresas de capital estatal: 15.827 casos), prestación de servicios (9270 casos). La construcción tuvo 947 casos registrados y el sector primario 449. Es decir que los despidos y suspensiones de la industria sumaron el 56 por ciento de los casos. Y en el sector público, entre los correspondientes al Poder Ejecutivo y a las empresas estatales, se dieron el 27 por ciento de los despidos.
El tercer dato a tener en cuenta es la cantidad de despidos por cierres. Uno de cada nueve despidos de los primeros diez meses del año fueron a raíz de bajadas de persianas. En el caso de la industria la proporción fue aún mayor: uno de cada siete casos de despidos estuvieron vinculados a cierres.
Entre los ejemplos más recientes hay varios de marcas instaladas, como los de dos plantas de Alpargatas en La Pampa y Catamarca (textil), Freddo que mantiene sus locales pero cerró su fábrica, Cotagú (lácteos), Gaelle (industria textil), Servicios Tecnológicos Integrados (tecnología espacial, ubicada en Bariloche, que desde 1991 participó en todos los lanzamientos al espacio que realizó la Conae).
Haciendo un desglose sector por sector, en la industria, encabezaron la lista de afectados los trabajadores de los rubros alimentos y bebidas, textiles, de electrónica y electrodomésticos y metalúrgicas. Los de automotrices y de autopartes sufrieron altos índices de suspensiones (General Motors, FIAT, Renault, Volkswagen).
De los despidos del sector servicios, los más numerosos se dieron dentro de Comercio, que representaron el 53 por ciento de los despidos y suspensiones acumulados en el año para el sector (4885 casos sobre un total de 9270). En el segundo lugar de las actividades de servicios más afectadas figuran los medios de comunicación, con 782 despidos acumulados en lo que va del año.
En el sector público, 2018 tuvo despidos en entes descentralizados como el Conicet, Vialidad, INTI, Coros y Orquestas y el Senasa, en el Poder Ejecutivo Nacional, gobernaciones y municipalidades y en empresas de capital estatal como Nucleoeléctrica Argentina, YPF, Fadea y Fabricaciones Militares.
Fuente: Página12
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