Pablo César Quipildor (40), carece del 76% de su capacidad visual y 35% de la auditiva, tras un accidente ocurrido en 2002. Hace tres años accedió a una pensión del Estado nacional, pero el primero de este mes cuando fue a cobrar le dijeron que su saldo era cero, que le habían quitado el beneficio.
“Fui al cobrar al pagador del Correo, como todos los meses. Estaba muy contento porque este mes iba a llegar el aguinaldo, pero cuando me tocó el turno me dijeron que el saldo era cero, que ya no tenía la pensión”, contó Quipildor.
La familia del joven está integrada por su mujer, enferma de diabetes y chagas, y sus dos hijos: un menor, de 9 años de edad, y una hija de 20 años estudiante de enfermería, a quien también este mes le dejaron de pagar el Plan Progresar.
Estos eran los dos únicos ingresos de la familia.
Uno, el de Pablo, se destinaba a la alimentación y el de su hija, para solventar sus estudios.
Quedaron sin nada.
“Yo cobraba 5.800 pesos de pensión contando el salario de mi hijo. Nos dejaron sin tener ni para comer. No tenemos ninguna otra entrada de dinero. Mi papá que es jubilado, separó un poquito este mes para ayudarnos”, relató el hombre muy angustiado.
“Cuando me dieron la mala noticia, regresamos a mi casa. Nos abrazamos y lloramos mucho”, dijo Quipildor.
Fuente: El Tribuno
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