La presidenta de la Asociación de Justicia Legítima, María Laura Garrigós de Rébori, solicitó a los empleados judiciales que "denuncien todas las prácticas corporativas" para poder reformar el Poder Judicial "desde adentro".
En el marco de una jornada de debate sobre la transformación de la Justicia a partir del paquete de proyectos de ley enviados por el Ejecutivo al Congreso, Garrigós de Rébori puso el eje del debate en el "ingreso democrático" al sistema judicial y exhortó a los actuales empleados a "terminar con la tolerancia de las miles de irregularidades que sufrimos los judiciales por aquellos que quieren mantener el status quo para no perder poder".
Durante su disertación en la Biblioteca Nacional, la presidenta de la asociación judicial consideró que "a la Justicia la cambiamos entre todos porque no somos un mueble de un juez y debemos debatir con nuestros compañeros para cambiar este poder que no da respuesta a la gente".
En ese sentido, sostuvo que "si un poder del Estado no cumple su función, no sirve porque le da la espalda a los intereses de la mayoría y hoy la gente no está conforme con la Justicia".
Ante trabajadores y funcionarios del Poder Judicial y con el apoyo de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación (UEJN) -Seccional 2-, Garrigós de Rébori sentenció que "a Justicia Legítima no la van a parar", y aclaró: "No estamos reunidos para protestar, sino para cambiar el Poder Judicial".
Con gran algarabía, los trabajadores judiciales respondieron al desafío con aplausos y una canción: "Se la nota asustada a la corporación, se la nota asusta a la corporación, ya se viene, la democratización".
Acompañaron en el panel a la jueza que preside la Cámara Criminal y Correccional; la empleada del Consejo de la Magistratura y profesora de la UBA, Adriana Gigena; la periodista Cynthia García; y el defensor adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, Luis Duacastella.
Bajo el lema “Legítima y democrática: la Justicia que queremos", los trabajadores judiciales organizaron una jornada para “debatir acerca de la necesidad de la reforma de la Justicia y las implicancias al quehacer cotidiano”.
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