Comenzó a regir el nuevo cuadro tarifario en el servicio de Aysa, con un alza del 23 por ciento que se suma a los incrementos de la luz en febrero y marzo y del gas en abril. En conjunto, vienen impulsando el índice de inflación por encima de la pauta que quiere instalar el Gobierno. Junto a las subas en el precio del servicio de agua, el Gobierno pretende avanzar en un cambio en el sistema de medición del servicio de Aysa, desde la cuota fija actual ligada a las características catastrales hacia la micromedición del consumo. La idea es avanzar hacia el cobro por nivel de consumo.
La empresa justifica el aumento tarifario del 23 por ciento con respecto a los valores actuales a partir de la necesidad de cubrirse por la inflación.
Para 2017 se espera que los ingresos propios de la empresa alcancen unos 13 mil millones de pesos frente a costos operativos de 15,2 mil millones de pesos, más 4,6 mil millones de pesos en inversiones de mantenimiento y 12,1 mil millones de inversión en expansión.
Las entidades de consumidores se manifestaron en contra de la suba propuesta y enfatizan que el agua en un servicio esencial que no puede estar sujeto a los valores del mercado.
El aumento en la tarifa vendrá acompañado por cambios en el método de cobro.
El objetivo de Aysa es avanzar hacia un esquema en donde el consumo medido gane cada vez mayor participación en la boleta.
Fuente: Página12
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